La venta desde la creatividad

Venta, venta y venta; palabras. Debemos convertirlas a hechos, realidades y por qué no, en emociones. Nos es más fácil recordar una situación positiva que un simple número de una oferta, ¿por qué no jugar con esa posibilidad? La venta desde la creatividad es el nuevo escalón hacia la recompensa directa.

Las ventas en la red de redes, en un mostrador, mediante email marketing, a viva voz en la calle o usando un coche con megáfono deben estar siempre rodeadas de un halo de creatividad que la dote de diferencia. Para que ese halo sea comprensible debemos entender como entendemos la publicidad y qué detalles la hacen diferente.

Lo que os voy a intentar transmitir no es más que el hecho de vender ideas asociadas a productos o servicios; no dejar caer el producto y esperar a que un cliente pique el anzuelo y así sucesivamente. Ese tipo de venta no tiene futuro, las reglas han cambiado.

Opciones para la venta creativa

El ser humano piensa que vender ideas es parecido a vender servicios. Si lo pensamos con detenimiento podemos ver como un producto es una solución hacia una mejora, un escalón en la empresa o una necesidad, es lo mismo que que una idea.

La mayoría de las decisiones de compra están dominadas por las emociones y no por la razón, somos emocionales lejos de lo que se piensa comúnmente todo el mundo. No nos damos cuenta que asociamos actitudes y aptitudes a las compras, y sí lo hacemos.

Recuerdo cuando los vendedores contaban con mucha más información que los compradores en la mayoría de casos. Ahora gracias a Internet y las nuevas tecnologías los compradores tienen mucha información, y en muchos casos una posición más ventajosa que la del vendedor. Es importante la transparencia y la sinceridad en la venta. La era de desequilibrio informativo entre vendedor y consumidor ha finalizado. ¿O no os ha pasado de ir a buscar un móvil y saber más que la persona que lo vende?

Para que nuestra creatividad sea premiada debemos conocer al cliente, dotarlo de la importancia que se merece en ese momento, crear una amistad a largo plazo y si es posible evangelizar con nuestro producto hasta construir una marca deseable por los que la conocen.

No dejemos nunca de pensar que nacimos vendedores, por ese motivo nuestros padres nos daban lo que deseábamos. Vender es algo innato, como ligar o la superación diaria. Si nuestro negocio es vender no olvidemos que cada día es más complicado y por tanto, cada día deberemos mostrar una estrategia distinta pero comprensible.

La honestidad y los pies en el suelo son un reclamo para no perder el norte y seguir alimentando la creatividad. Incluso tener el mejor producto no te asegura la venta. Es necesario apostar por una estrategia efectiva y contrastada, por eso siempre me baso en la creatividad como arma principal.

Por último, y como consejo ante la creatividad en la venta, debemos tener en cuenta que el cliente compra marcas y no productos, por lo que si podemos asociar nuestro nombre a un producto podremos vender distintos productos con menos coste publicitario.

Conclusión

Gestos como una sonrisa de una dependienta, la velocidad de respuesta de una Web, el tono de color de una tienda o la felicidad de una marca son los gestos que, al fin y al cabo, acabamos comprando más.