Incertidumbre y Lento Crecimiento
Todos los que trabajamos en nuestro sector estamos de acuerdo en que el año 2016 está siendo más complicado de lo que esperábamos. El “poco entendimiento” entre los partidos políticos de ámbito estatal para la formación de Gobierno ha incidido de una forma importante en el comportamiento del consumo con una falta de regularidad marcada por el descenso en la confianza de los consumidores. Asimismo, el proceso electoral en Euskadi, quiérase o no, también ha tenido incidencia, ya que en esta parte final de la crisis, (esperemos que sea así) en todos los sectores de la actividad económica, todo lo que no sea estabilidad, confianza y certidumbre, no ayuda en nada al desarrollo económico y en concreto al consumo.
En la fecha en que nos encontramos parece que ya tenemos Gobierno y ya han finalizado las elecciones en Euskadi. Creo que su resultado ha sido un “escaparate” fiel del trabajo desarrollado en estos cuatro años por parte del Gobierno Vasco, en los que, a pesar de la crisis, de las disminuciones de recaudación, el comparativo con otras comunidades y con el conjunto del Estado, arroja unos resultados que desde cualquier punto de vista son los de una gestión bien desarrollada. Que es posible mejorar cosas, sin duda, pero entiendo que la confianza, que se nos transmite a los ciudadanos, nos debe hacer ser optimistas y esperar que la próxima legislatura sea la de la recuperación definitiva.
Volviendo al Comercio, la irregularidad está siendo la tónica de este año. Una primera parte, en la que en general las ventas se incrementaron con respecto al año anterior, y un segundo semestre en el que ha habido una ralentización en la actividad.
Según la última encuesta que realizamos desde CECOBI, pasadas las rebajas, el sector de Equipamiento de Hogar y el sector de Electrodomésticos han tenido un buen comportamiento, con un incremento importante con respecto al año anterior, si bien hay que recordar, que son dos sectores en los que más incidencia negativa ha tenido la crisis. Tanto un sector como el otro y parten de unas cifras muy bajas por lo que estos incrementos, aún siendo importantes, quedan aún muy lejos de sus cifras normales de venta.
Por su parte, el sector de Alimentación mantiene unas cifras similares al año anterior, con un ligero incremento, mientras que el sector de Equipamiento a la Persona es el que tiene un peor comportamiento, que si bien en el cómputo anual experimenta un crecimiento, éste es muy pequeño en relación a las expectativas que teníamos. También conviene reseñar y tener en cuenta el distinto comportamiento según comarcas o barrios.
Esperemos que esta parte final del año, en la que “nos jugamos mucho”, suponga un incremento de actividad en todos los sectores.
PEDRO CAMPO