¿Qué os ha parecido el libro?

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4 Respuestas

  1. Carlos Vegas González dice:

    El libro está muy bien, son breves pinceladas de la vida de diversos protagonistas que a lo largo de la historia de barrio han dejado su sello inconfundible con su quehacer diario.

    Como han dicho los autores del libro, son muchos más los protagonistas,( yo diría que tantos como vecinos del barrio), que por razones de espacio no han podido estar en el libro, estoy convencido, que éste libro será el origen de más libros, ! y parece que habrá un documental, etc…..que así sea ¡.

    De nuevo, mi enhorabuena a los autores y gracias por el esfuerzo realizado para que Otxarkoaga deje de ser sólo un “barrio”, y sea NUESTRO BARRIO, el barrio de todos.

  2. Ispaster dice:

    Me lo he leído prácticamente entero y me ha gustado mucho. Yo no soy nacido en el barrio, ni siquiera en Bilbao, y llevo poco tiempo aquí, pero transmite una sensación de unidad, orgullo, compañerismo… difícil de encontrar hoy en día en barrios y pueblos de nuestro entorno.

    La encuadernación, elección de las fotografías, tipografías y colores, perfecto.

    Sólo tengo una pequeña queja, y es que los textos no se han revisado a fondo, ya que he localizado varios errores de puntuación y detalles de por el estilo.

    Espero que este sea el primero de otros muchos libros o películas que recojan la historia y el día a día de Otxarkoaga.

  3. j. betanzos dice:

    Muy interesante, bien presentado y ¡como no! cargado de emotividad para aquellos que somos de otxarkoaga y que lo tenemos en el corazón. Tuve ocasión de aportar mi modestísima opinión a Mikel Toral, con absoluta voluntad constructiva y le di dos «peros» de mi opinión: el primero al practicamente nulo reconocimiento a los cientos y cientos de familias que perdieron a los suyos por la heroina y al duro trabajo que se hizo contra el narcotráfico ( ¡¡se podria hablar tanto!!). El segundo, el apartheid histórico que se hace con la izquierda abertzale de otxarkoaga, que practicamente ya en los orígenes del barrio aporto y sigue aportando muchos y muchas militantes en todas y cada una de las actividades sociales y de compromiso en Otxarkoaga. Creo que ese » olvido» no es casual y sin mas queria decirlo aqui. Eskerrik asko

  4. UNA OTXARKOATARRA dice:

    Sentí muchísimo no poder estar en la presentación del libro, “Otxarkoaga: Retratos”, porque, aunque hace ya un tiempo me encuentro desvinculada de todo lo que en el barrio se mueve (aunque lo sigo frecuentando para estar con la familia y algunas amigas y amigos), este tipo de citas constituyen la disculpa perfecta para el reencuentro con muchas personas con las que coincidí en una etapa de mi vida y que tienen un significado especial.

    Recientemente, preparando un trabajo, leí que, hay cuestiones que se ocultan por la razón que sea, que puedan aflorar en el presente con una fuerza inusual. Y algo parecido me ha ocurrido al leer el libro “OTXARKOAGA: Retratos”: que ha tenido la virtud de conectarme con el recuerdo de personas que, aunque no figuran en él, se me presentan con una imagen vívida. Creo que, nunca olvidaré, mi llegada a este barrio con 9 años, procedente de un pueblecito de Castilla y toparme con un afable y altísimo joven con sotana de inacabable abotonadura, a quien se le conocía con el apelativo de “el cura obrero”, pero al que nos dirigíamos como “Don Jesús” y que fue, por cierto, el primer cura que se quitó la sotana. (Y a veces se le veía con ella debajo del brazo) Me llamaba muchísimo la atención que se parara a hablar con la gente con la que se cruzaba, de las cosas que les preocupaba. Para una niña como yo, a quien sólo conocía a los curas de mi pueblo de verlos ir de la casa cural a la iglesia que tenía enfrente y darte cachetes cuando te los topabas y te preguntaba por los “rezos”, ¡la verdad: un “flash”!.

    Qué decir de Carmen Castillo, la Trabajadora Social de Cáritas durante más de 40 años (se jubiló en este barrio hace aprox. 7 años) que, aunque no ha tenido ubicada físicamente su casa en Otxarkoaga, el voluntariado que siempre le ha acompañado en su trayectoria, podrá dar fe de su entrega al barrio, durante interminables jornadas. Buena prueba han sido las innumerables personas que, totalmente desinteresadas, le han apoyado en la ejecución de todos los proyectos impulsados. Cómo poder olvidar mi llegada al barrio (y de eso hace ahora 43 años) y encontrarme con una jovencísima Carmen Castillo en un piso del Bloque 108 – habilitado provisionalmente para Cáritas y, posteriormente piso para acoger niños sin familia o que éstas no podían atenderlos, de la Asociación Nuevo Futuro – repartiendo juguetes a quienes, entonces, carecíamos, hasta de eso; y gestionando la posibilidad de mandarnos a las colonias de la entonces Caja de Ahorros Vizcaína, en Villarcayo o Padernales, para aliviar a las familias (muchas como la mía de 8 miembros) de su sustento.

    Las primeras fiestas que conocí en el barrio, que se celebraban en la segunda semana de Agosto – en las plazas de la iglesia, sobre todo en la de las cafeterías, porque en la otra siempre estaban los chavales dándole al balón – fue donde, por primera vez vi a unos melenudos “los Apaches” Con Roncero de vocalista, alias Pepe Extremadura – de cuya formación, por cierto, pulula un poster por casa – me parecían tan distintas a las que se celebraban en mi pueblo, que, inevitablemente, te entraban ganas de estar en el meollo. Y así es como, incipientes adolescentes, que tendríamos 14 años, dispuestos a zambullirnos en todos los berenjenales, a las órdenes de Benjamín Herrera; que, lo mismo te mandaba colocar lacitos en la solapa para recaudar dinero, que nos plantaba en los cruces por donde discurría el “Criterium” ciclista que se celebró durante algunos años, algunos de cuyos partícipes llegaron a tener su relevancia. (yo al menos tengo oído hablar de Aguilera, por cierto vecino de uno de los autores; Marino – que tuvo durante años un local de venta y reparación de bicis) sufriendo los primeros coches y “baches” (hay que ver qué mérito tenían), Estos, a buen seguro no llegó a conocer, quien posteriormente fue destacado escalador del Kelme durante unos años y que creció en Otxarkoaga, Iñaki Gastón. ¿tal vez le sirvió de entrenamiento?, porque, las “cuestitas” se las traen.

    He tenido mucho gusto de reencontrarme , a través de estos “retratos” con personas que fueron muy significativas en una etapa y que, de algunas, igual hace 30 años no sabía de su trayectoria, y además han tenido el poder de rescatar de las memoria a otras que, junto a ellas conocí. Por cierto; a Paco (paquillo) le habeis cambiado el apellido. Es Yerga – por lo menos así figura en una lámina dibujada por él. Y, por cierto, resaltar su gran valía, primero como persona: por su extremada generosidad; Y, porque, siendo autodidacta, era un verdadero artista. Era, “sencillamente”, genial. No estaría mal rescatar ese talento con una retrospectiva de muchos trabajos que realizó utilizando diferentes técnicas de dibujo.

    En fin, un placer, ¡Gracias! por haberme ofrecido, con este libro, este entrañable espacio para el recuerdo.

    Una Otxarkoatarra,

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