ENTRE EL HOSPITAL Y LA ATENCION A MI MADRE
Me encuentro pasando unos días en Pamplona, lugar del que soy originario y donde habitan mi madre y mi hermano. Mi madre empieza a sentir molestias a la hora de sentarse y empezamos a preocuparnos, pues la situación no es nada normal. Tras la correspondiente visita a la doctora de oncología del hospital, se nos comunica lo que temíamos: nuestra amatxo tiene un cáncer muy avanzado y le queda un máximo de cuatro meses. Parece como si algo grande y profundo se derrumbase y la lágrima surge con rabia y desplome del cuerpo. Mi hermana, que vive en La Palma,...
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