Desde Otxar, con amor (30)

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2 Respuestas

  1. Carlos Vegas dice:

    Para “desde Otxar, con amor (30)”.

    Leo con interés sus reflexiones, creo que tienen algo de ironía, sarcasmo, desesperanza, y alguna otra cosa más…, seguramente será por el embarazo que la hace encontrarse con el “ánimo abatido”, yo nunca podré saber como se encuentra una mujer embarazada, supongo que debe ser una gran “putada”,( según sus palabras), por la situación actual y la responsabilidad de por vida con el nuevo/a hijo/a, la deseo que todo salga bien y que el abatimiento actual, la sea recompensada en el futuro con el cariño de ese/a hijo/a.

    Con todo respeto, me gustaría hacer una reflexión sobre una de las frases de su artículo, cuando dice, “…La que esté libre de mercado, que tire la primera piedra.”, seguramente es recordando aquella frase de la Biblia, de dice que “…aquel de vosotros que esté sin pecado,(o libre de pecado), que le arroje la primera piedra…” (Juan 8,1-11), me resulta curioso que por un lado recuerde esa cita bíblica y por otro lado, por sus palabras deduzco, que la cuesta mucho esfuerzo creer en Dios, aunque esa dualidad, pueda parecer chocante, a mi me pasa algo parecido, también recuerdo citas de la Biblia,( que a veces son ejemplares), y por otro lado, con los años…..me planteo serias dudas sobre la existencia de ese ser infinito, llamémosle Dios, o de cualquier otra forma.

    Pero su frase, me parece aún más sutil, cuando cambia la palabra, “pecado” o “culpa”, (de la Biblia), por “mercado”, con todo el amplio abanico de significados que puede tener esa palabra, hablando en líneas generales, es verdad que en ésta vida “casi todo” se compra y se vende, y “casi todo” tiene un precio, me gustaría creer ( aún me queda algo de inocencia), que existen cosas en la vida que ni se compran si se venden, y hablando de mercado, de comprar y vender, y sobre todo de los hijos, me ha venido a la cabeza una canción de Mocedades, titulada EL VENDEDOR, que dice así:

    Mocedades-EL VENDEDOR

    En la plaza vacía nada vendía el vendedor / y aunque nadie compraba / no se apagaba nunca su voz, /no se apagaba nunca su voz.

    Voy a poner un mercado / entre tantos mercaderes / para vender esperanzas / y comprar amaneceres.

    Para vender un día la melodía / que hace al andar el agua de ese río / que es como un grito de libertad, / que es como un grito de libertad.

    ¿quién quiere vender conmigo / la paz de un niño durmiendo, / la tarde sobre mi madre
    y el tiempo en que estoy queriendo?

    ¿quién quiere vender conmigo / la paz de un niño durmiendo, / la tarde sobre mi madre
    y el tiempo en que estoy queriendo?

    Tú eres el que ha pasado, / el que ha llegado, y el que vendrá / vende el árbol que queda
    en la arboleda de la verdad, / en la arboleda de la verdad.

    Voy a ofrecer por el aire / las alas que no han volado, / y los labios que recuerdan / la boca que no han besado.

    Alza cada mañana / esa campana de tu canción, / pregonero que llevas / mil cosas nuevas en tu pregón

    Vendo en una cesta el agua / y la nieve en una hoguera / y la sombra de tu pelo /cuando inclinas la cabeza.

    Vendo en una cesta el agua / y la nieve en una hoguera / y la sombra de tu pelo /
    cuando inclinas la cabeza.

    ¿quién quiere vender conmigo / la paz de un niño durmiendo / la tarde sobre mi madre /
    y el tiempo en que estoy queriendo?

    Vendo en una cesta el agua /y la nieve en una hoguera / y la sombra de tu pelo / cuando inclinas la cabeza….

    Puede ver también el “video” en http://video.google.es/videosearch?q=Mocedades%2C+el+vendedor&hl=es&emb=0&aq=f#

    Yo sigo creyendo en la letra de la canción, y que hay cosas en la vida que no se pueden comprar ni vender, ¡será que aún me queda algo de niño!.

    La deseo que todo termine felizmente, y que ésta canción bien pueda servir como “canción de cuna”.

    Fdo.- Carlos Vegas.

  2. La articulista dice:

    Muchísimas gracias, Carlos, por tu comentario, y enhorabuena por ser tan buen lector, puesto que no creo que todo el mundo se hay fijado en la frase «la que esté libre de mercado que tire la primera piedra». Efectivamente, pretende un doble sentido, el de sugerir que la mujer en general se encuentra haciendo la compra en el mercado y no suele tener tiempo para estas lecturas.

    Pero tú, como excelente lector, has mejorado y ampliado el sentido del texto escrito. Como creadora me siento muy satisfecha. Gracias.

    Y más gracias por el texto de la canción de Mocedades. Me parece estupendo y muy interesante. «Sed como niños».

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