Carmen Galliardo

Nació en 1932 en Cabra (Córdoba) y lleva 20 años viviendo en Bilbao. Recorrió el país cantando en una compañía de variedades, pero dejó su carrera para casarse.

De pequeña subía al desván de su casa de Cabra a cantar, zapatear y tocar las castañuelas, y cuando tuvo 17 años se marchó a Madrid a ganarse la vida como artista. Y lo consiguió. Fue cantante en la compañía de variedades Muchachos de España; la prensa de la época le dedicó espacio y elogios. Ahora vuelve a salir en los periódicos, por una razón bien distinta.  Le diagnosticaron alzheimer hace sólo tres meses y en el centro de día de Otxarkoaga, al que acude desde hace dos años, ha elaborado un libro con fotografías de su vida. Un ejercicio para mejorar su memoria y luchar contra las lagunas que deja en los recuerdos esta enfermedad.  

Muestra orgullosa su Libro de vida.  Está lleno de viejas imágenes y recortes de prensa. Hablan de ella como una gran voz de la canción y en las fotos aparece de pequeña posando en un patio andaluz, vestida de faralaes cuando era artista, enamorada el día de su boda, con mantilla en una fiesta religiosa… 
Ahora tiene el pelo color cobre, pero en su juventud lucía una preciosa melena negra llena de rizos, muy acorde con el canon estético de los años cincuenta.

Pasa las páginas del libro, que resume su vida en fotos, y recuerda. «Hicimos más de 300 representaciones en los teatros Price y Fuencarral de Madrid», destaca Mari Carmen, que rodó por toda España y compartió escenarios y compañía con los cómicos Pepita y Manolo Zarzo.
«Dejé la canción  cuando me casé», cuenta. Volvió a su pueblo natal, donde trabajó de enfermera con Carlos Zurita, el suegro de la infanta Margarita. «Algún año la Casa Real nos ha felicitado las Navidades», apostilla Almudena, su hija pequeña.

Ha pasado medio siglo desde que dejó la canción para formar una familia y ya sólo canta cuando la jalean.  «Mi gran amor son mis cuatro hijos, ellos son lo mejor de mi vida», concluye