En Otxarkoaga la gente está a gusto, hay problemas de convivencia pero menos que en otros sitios de Bilbao
ENTREVISTA DEL PERIODICO DEIA , DEL LUNES 12 DE MAYO
Defienden el buen nombre de su barrio con uñas y dientes y les duele que haya quienes utilicen la demagogia para «embarrar» la imagen de Otxarkoaga. Cristóbal Rivera desgrana algunos de los puntos de la realidad de este veterano barrio cuya principal baza son los propios vecinos
¿Cómo nace Otxarkoaga?
Otxarkoaga se construyó en 1961. Esto eran huertas y txakolis. El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo construyó 3.700 viviendas, en 18 meses, y trabajaron 10.000 obreros y así se hacen las cosas mal: pisos pequeños, con materiales de baja calidad, problemas de humedades… Entonces surge la Asociación de Familias. Empezamos con la reforma del barrio. Conseguimos que se hiciera un plan de reforma. Han sido 25 años de obras, primero arreglando fachadas y edificios y luego urbanizando las calles, lo que nos ha llevado más de 10 años. También hemos conseguido equipamientos como el centro cívico.
Mucho trabajo hecho…
Ahora estamos con el tema de las barreras arquitectónicas. Hemos conseguido un plan pionero de reforma para instalar ascensores en todos los portales. Está urbanísticamente solucionado y ahora queda en manos de los vecinos; que cada comunidad vaya construyendo sus ascensores.
El aspecto urbanístico es una de las claves en las que trabajan…
Ahora, por ejemplo, tenemos una calle perimetral, que es la que comunica Irumineta y Arbolantza, y donde el Ayuntamiento quería hacer una barbaridad de calle con curvas de herradura. Nosotros queremos una carretera exterior. Nuestra propuesta consiste en utilizar el espacio verde, hacer el acceso de la calle y traer un pabellón polideportivo cubierto. Se trata de generar una zona maja que atraiga a la gente.
¿Qué me dice de la calle Fraternidad?
El Ayuntamiento ha creado en esa calle cuarenta plazas de aparcamiento y para ello ha quitado un sentido de circulación. Estamos recogiendo firmas para que vuelva atrás. Esa calle nos descongestionaba mucho y ahora resulta que nos obligan otra vez a pasar por un trocito de Langaran que está en cuesta y curva y que es peligroso. Pedimos que solucionen esto y que hagan una rotonda en la desembocadura.
¿Tienen problemas de inseguridad?
Aquí en Otxarkoaga vivimos bastante tranquilos. Es verdad que durante años el sistema de adjudicación de viviendas de alquiler ha concentrado en Otxarkoaga a familias marginales, sobre todo de etnia gitana. Eso da cierto roce en el día a día, en la convivencia. Pero no son problemas serios. Existen problemas menores en los portales: que si te molestan o no te dejan dormir, cositas así. Hay gente que aprovecha eso para decir que no hay seguridad, pero éste es uno de los sitios donde menos delitos hay. No hay que usar la demagogia.
¿Tienen centros escolares?
Tenemos dos colegios, Francisco de Goya y Lope de Vega pero están llenos de familias marginales y hoy día son impracticables. Son colegios donde las familias un poco normales no meten a los hijos porque no pueden estudiar y no pueden aprender. La gente se tiene que ir a colegios privados o fuera de Otxarkoaga.
¿Está el barrio bien comunicado en cuanto a medios de transporte?
Dicen que nos van a traer un metro. Lo que queremos es que sea metro, que tenga frecuencia de metro y que nos cueste como un metro. Porque desconfiamos un poquito. La estación diseñada está bastante bien. Ojalá que no repercuta en los bloques, que eso es algo en lo que les hemos dicho que tengan cuidadito. El metro se abrió a Santutxu en el 95 y tardamos casi cinco años en conseguir una lanzadera. Es una lanzadera que pasa cada media hora. No sirve. En cuanto a autobuses tenemos buen servicio pero no tienen las frecuencias necesarias.
Hemos hablado de las carencias del barrio, ¿pero cuáles son las virtudes?
Los vecinos. Casi todo lo que hemos conseguido a lo largo de los años está en la lucha del vecino. Hemos conseguido que el vecino sepa organizarse y defenderse el solito. Otra virtud es el ambiente, la relación entre la gente. Estamos en un sitio privilegiado, hay poca contaminación, cerca del monte… Estamos tranquilos, es un sitio bueno de Bilbao para vivir.
Pero en ocasiones no se transmite esa imagen…
En Otxarkoaga la gente está a gusto. Hay problemas de convivencia pero menos que en muchos sitios de Bilbao. Además ésta es una época maja en el barrio, porque las luchas de antes están fructificando ahora. Pero se hace mucha demagogia, y se está embarrando el nombre de Otxarkoaga, y a la mayoría eso nos duele
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