Otxarkoaga tendrá su plan adaptado de empleo
El plan de apoyo al comercio de Lan Ekintza y Viviendas Municipales, que ha dado color a los escaparates de Bilbao la Vieja y ha recibido un premio de la Unión Europea, se prepara para dar el salto a Otxarkoaga. Las lonjas de propiedad municipal –hay muchas que están en desuso– acogerán negocios y nuevos oportunidades para el barrio. El proyecto se pondrá en marcha este año cuando se defina su «elemento tractor», afirma el presidente de la entidad, Jon Sustatxa. Una iniciativa que genere ilusión y atraiga a gente de otras zonas de la ciudad.
Aunque el modelo ya está inventado, para ponerlo en práctica hay que adaptarlo a la realidad de las calles, una filosofía que Lan Ekintza está incorporando a todos sus programas. «No es lo mismo desarrollar políticas económicas en el centro de Bilbao, Zorrozaurre, Miribilla, Otxarkoaga o los barrios altos», explica el presidente de la entidad, Juan Antonio Arrieta. Para «personalizar» las actuaciones en las diferentes zonas de la ciudad se va a potenciar el observatorio socioeconómico con datos «más descentralizados». El año pasado se publicaron estudios sobre Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala.
La regeneración comercial de esta zona se extenderá en breve hacia Miribilla, en el entorno de la plaza de Saralegi. Ya se han localizado más de doce lonjas para facilitar la apertura de nuevos negocios, un empeño que no ha decaído con el parón general de la economía. Pese a los malos indicadores, desde principios de este año «viene más gente, tanto a los servicios de empleo como a los de creación de empresas», dice Arrieta.
El año pasado Lan Ekintza atendió a más de 4.300 personas. A 2.000 las ayudó a salir del paro con itinerarios de búsqueda de empleo y servicios de formación y de intermediación con empresas. También contribuyó a la apertura de 111 negocios, el 44% con uno o dos trabajadores. El perfil de los emprendedores ha cambiado. Se han hecho mayores -la media ronda los 30 años- y muchos de ellos tienen un empleo, lo que no les impide seguir dando vueltas a su propio proyecto. «Antes era una salida a una situación concreta y ahora es más una vocación personal». El comercio y las actividades culturales son los sectores que más iniciativas generan. Entre las nuevas empresas hay espacio para el diseño, la comida preparada, la fabricación de velas e incluso una compañía de teatro. Cada una está volcada en su suerte, aunque según las estadísticas -basadas en 12 años de experiencia- su tasa de supervivencia es del 82.
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