Se busca el cortometraje ‘Ocharcoaga’
Bilbo zineman–Bilbao en el cine (123)02/2005 Bilbao 37
Fue realizado para convencer a Franco de que las chabolas de Bilbao habían desaparecido
EN 1961 se rodó en Bilbao un cortometraje por encargo del Ministerio de la Vivienda con el título Ocharcoaga. No se hizo con la normal pretensión de que tuviera una carrera comercial con máxima distribución asegurada por No-Do, sino simple y llanamente para, con su proyección privada, demostrar a Franco que las chabolas que rodeaban Bilbao habían desaparecido. Con el paso de los años, aquel documental ha adquirido un notable valor histórico, pero su localización es muy difícil. Desde las páginas del Bilbao lanzamos un “SOS”: Si usted tiene alguna pista que nos ayude a recuperar la película para su reconstrucción técnica y salvaguarda de la misma en la Filmoteca Vasca, comuníquenoslo.
La miseria que asustó a Franco
La idea original de hacer Ocharcoaga –así se escribía entonces– nació como consecuencia de un viaje que Franco hizo a Bilbao. En cierto momento de su recorrido en coche descubrió a través de las ventanillas la existencia de chabolas cubriendo las faldas del Monte Banderas. “¿Qué son aquellas casitas que se ven en esa ladera?”, preguntó con su característica voz atiplada a sus acompañantes. Éstos, con cierto rubor, salieron del paso contándole que eran chabolas construidas ilegalmente por la corriente migratoria que había tenido Bilbao con motivo de su auge industrial. Dicen las crónicas que Franco comprendió inmediatamente el sentido de aquel comentario de sus aduladores compañeros de
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vehículo. “Pues la próxima vez que venga no quiero ver ni una. ¡Háganles casas como Dios manda!”, fue el inmediato requerimiento que hizo. Como las “observaciones” del caudillo eran veladas órdenes tajantes, quienes le acompañaban en aquel momento “cazaron” al vuelo el sentido de aquellas frases. El mandato hizo estremecer a más de uno en el Ministerio de la Vivienda. Durante muchos años, las autoridades habían cerrado los ojos ante un tema, el del chabolismo, que, día a día, iba tomando proporciones alarmantes. Los cimientos de aquel organismo se tambalearon cuando se decidió deforma tan irrebatible que se debía dar una solución al problema. Y rápida.
Las chabolas habían surgido en Bilbao adquiriendo tal importancia que eran como barrios o ciudades
Chabolas a miles
Las chabolas habían surgido en Bilbao adquiriendo tal importancia que eran como barrios o ciudades, con su vida propia, dentro de la Villa. Los núcleos más importantes fueron la falda del Monte Banderas que mira a San Ignacio, Los Caños, Ollargan, Irusta y la Campa de los Ingleses, hoy llamada Abandoibarra. Su presencia era de lo más evidente, ya que se podían ver desde cualquier rincón y las del último caso desde el puente de Deusto con una panorámica perfecta. Las levantaban los inmigrantes que, habiendo conseguido trabajo en la siderurgia vizcaina cuando se encontraba en pleno auge, se traían a sus familias con ellos. Al no contar con permiso de construcción, todas las chabolas se construían por la noche con los materiales más primarios: maderas de deshecho, chapa de bidones, cartones… Durante el día se apilaba el material y en cuanto caían las sombras se ponían manos a la obra de forma que al día siguiente la familia ya estaba ocupándola y no la podían echar de allí. Por supuesto no contaban con sanitarios ni agua y las tomas de luz se hacían de forma fraudulenta. Llegaron a alinearse formando calles. Los más espabilados abrieron rudimentarios bares que llegaron a considerarse puntos de reunión de los vecinos. En el Monte Banderas, incluso, tuvieron iglesia y escuelas propias. El enorme barrio que se formó en la Campa de los Ingleses, en el espacio comprendido entre el solar donde hoy se alza el Museo Guggenheim y el puente de Deusto, surgió del albergue que se montaron varias familias bajo el viaducto, en la parte más angosta inmediata al apeadero del ferrocarril de Santurtzi. De la forma más rudimentaria, aquellos inmigrantes se acomodaron como pudieron desafiando a las inclemencias del tiempo. El incremento de chabolas lo veía Bilbao día a día sin que nadie hiciera nada por solucionar el problema. Algunos, los más pudientes dentro de la miseria que reinaba en la zona, llegaron a acomodar animales de corral en habitáculos de increíble precariedad.
Nace Otxarkoaga
La solución que aportó el Ministerio de la Vivienda ante tal dictatorial requisitoria fue la construcción de una gran barriada que acogiera a todas a aquellas familias. La voladura de las chabolas comenzó el 29 de agosto de 1961 en el Monte Banderas continuándose por los otros focos. Así nació Otxarkoaga. Pero el Ministerio necesitaba demostrarle a Franco que sus deseos se habían cumplido. “Por aquellas fechas –me dice el director de cine Jordi Grau– recibí el encargo de rodar un documental en torno al tema. Yo era entonces un realizador que empezaba su carrera y acepté. Se me dijo, eso sí, que el trabajo era para que lo viese Franco, así que tenía que ‘afinar’. Rodé el cortometraje en cuatro días contando con el trabajo de José Luis Guarner y del portugalujo Jesús Yagüe como ayudantes”. Curiosamente, no conozco a nadie, salvo su realizador, que haya visto aquel cortometraje de diez minutos que se tituló precisamente Ocharcoaga. No tuvo distribución comercial, por lo que sólo él puede hablarnos de su contenido.
Campa de los Ingleses, hoy Abandoibarra
Un gran documento histórico
“La película –continúa Grau– empieza mostrando la vida en las chabolas. La cámara entra en algunas de ellas y enseña la miseria en que vivían aquellas gentes procedentes de todos los puntos de la península. La precariedad, el hacinamiento, la convivencia con animales de corral… A continuación se presenta su derribo con cargo a potentes excavadoras que dejaban los terrenos totalmente limpios. Finalmente se ve a las familias encaminarse hacia el nuevo barrio entrando en las nuevas viviendas. Es, evidentemente, un documental que ensalza la labor llevada a cabo por el Ministerio de la Vivienda, pagador de la película”. A pesar de la censura imperante, Jordi Grau introdujo en el film algunas licencias que pasaron inadvertidas al patrocinador, pero no al dictador. “La parte en que se ve a lasfamilias dentro de las chabolas –dice– está acompañada por un silbido humano al estilo del que más tarde introduciría Morricone en el cine. Quería decir con él que allí había vida. La destrucción de las mismas posee sonido original, pero el final, con planos del nuevo barrio en picado y resaltando las aristas de las casas, tiene música electrónica entrecortada. Previamente a presentársela a Franco, los del ministerio vieron la película y me felicitaron, pero cuando la vio el caudillo surgió el problema. Dijo: “Está bien, pero no se ve que la gente viva a gusto en ese barrio”. Al día siguiente volví a Bilbao a rodar unos planos más en los que se veía a los vecinos de Otxarkoaga con la sonrisa en los labios. Fueron incluidos en un nuevo montaje. Recuerdo que el primer trabajo se hizo con el cielo gris plomizo contrastando con el añadido que se rodó con mucho sol. Aquella variación de luz evidencia el ‘pegote’ que hubo que ponerle para contentar a Franco”.
Jorge Grau
Ayer curiosidad,hoy patrimonio
No busquen fotos de las chabolas que hubo en Bilbao. No las encontrarán. Una férrea censura cayó sobre cualquier intento de plasmación en periódicos o revistas. Tengo entendido que hasta K-Toño tuvo algún problemilla al incluirlas en un dibujo suyo. He localizado tan solo una foto aérea centrada en la Universidad de Deusto en uno de cuyos laterales se ven algunas, aunque difusas. Esto hace que el cortometraje Ocharcoaga tenga hoy un valor incuestionable al retratar un Bilbao desconocido para muchos y que ojalá jamás se repita. Pero todos nuestros esfuerzos por localizar una copia del film han resultado infructuosos. Ni el propio Jordi Grau tiene idea de dónde puede haber alguna. Nos lo decía en la última edición de Zinebi y descartaba que existiera en la Filmoteca Española. Sería deseable que Ocharcoaga fuera restaurada y una copia quedara depositada en la Filmoteca Vasca para asegurar su salvaguardia, de forma que estuviera a disposición de las generaciones que no vivieron aquella época.
Alberto López Echevarrieta
cinefilia@bilbao.com
LA FOTO PANORAMICA DE LA CABECERA NO CORRESPONDE
A LA EPOCA DEL DOCUMENTAL.
PODEMOS VER PERFECTAMENTE CONSTRUIDOS LOS BLOQUES DE
JULIAN GAIARRE DE TXURDINAGA.
ESTAS VIVIENDAS SE TERMINARON Y OCUPARON
ENTRE 1977 Y 1978.
POR LO TANTO LA FOTO ES POSTERIOR…
SALUD
Efectivamente,yo tambien tengo que decir que muchas fotos que he visto en el documental son del barrio de Ollargan(que fue el unico que quedo de todos estos barrios y no fotos de los barrios que fueron a Otxarcoaga.-No corresponden.-Incluso este mes de noviembre he visto en el periodico del Ayuntamiento dos fotos que no corresponden,pues fuimos el unico barrio que se libró en ese momento.-El documental…………………..maravilloso………………..FELICIDADES……………………..pero el que hemos vivido todo esto,creo que debemos de hacer saber la realidad.-Hemos rememorado muchas cosas que en realidad son en este momento hasta…………………impensables……………………..cuesta creerlas.-SUERTE.-
Por si aún no lo habéis encontrado
https://www.youtube.com/watch?v=-sOB0rQ_B0E