minuto de silencio

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NOCHEV IEJA

En Otxarkoaga hay fuegos artificiales en la calle, alegría en las casas, alguna copa de más que otra, y a otra cosa. En algunos casos se recuerda a las personas ausentes, y eso duele. En otros la soledad marca. Pero lo envolvemos todo en papel de estraza o de celofán y parece que duele menos. Pero en estas fechas hay otros fuegos en el mundo, cerca de Belén. Han muerto en Palestina más de trescientas personas y más de mil están heridas, sin cuidados adecuados, sin anestesia, para que el dolor sea más grande. No llegan hasta aquí las bombas, pero puestos a escribir uno no tiene más remedio que recordar a esas personas que son de segunda categoría. Nadie debe matar a un israelí, pero un israelí muerto equivale a doscientos palestinos muertos. Así es la historia. El Tribunal Penal Internacional no tiene trabajo con los vencedores, sólo atiende a los vencidos. Deseo feliz Nochevieja a mis vecinos de Otxarkoaga, pero sin dejar de mirar a esos resplandores del cielo que en lugar de fuegos artificiales inundan de sangre y lágrimas demasiados territorios de nuestro mundo.

Pepe