Vecinos recuperan la asamblea de parados de Otxarkoaga
Un grupo de vecinos ha vuelto a poner en marcha la asamblea de parados de Otxarkoaga, que se constituyó en 1983 y ha permanecido inactiva durante los últimos cuatro años. Desde hace cinco semanas se reúnen cada miércoles en el centro cívico y ayer protagonizaron su primer acto de protesta, con la asistencia de decenas de personas, en las obras de la residencia de Txurdinaga. Su objetivo es «conseguir puestos de trabajo» en una zona especialmente castigada por la crisis, «donde mucha gente trabajaba en la construcción, un oficio que ha pasado de padres a hijos».
Víctor Pardo, uno de los impulsores de la iniciativa, es encofrador y, tras pasar por muchas empresas -«ocho en un año»-, perdió su empleo en noviembre. De momento cobra «970 euros. Mi mujer y uno de mis hijos también están en paro, y el otro trabaja a media jornada», dice. Son casos «que se repiten en el barrio. Hay gente que cobra 900 euros, otros 400, pero ¿y cuándo se acaben las prestaciones por desempleo? ¿Qué va a ocurrir?», se pregunta.
Los miembros de la agrupación, que no se sienten representados por los sindicatos, se reunirán a partir de hoy con las asambleas de parados de Bilbao y Barakaldo para organizar «una manifestación conjunta» y hacer visible su protesta en la campaña electoral. También han entregado un escrito en el Consejo de Distrito de Otxarkoaga y Txurdinaga. Quieren «presionar a las empresas y las instituciones» para conseguir puestos de trabajo, especialmente en la construcción de la Línea 3 del metro. «No buscamos ayudas sociales ni transporte gratuito, sino empleo», recalcan. La portavoz municipal del PP, Cristina Ruiz, afirmó ayer que el regreso de la asamblea de parados de Otxarkoaga es «muy sintomático de cómo la crisis está empezando a afectar al clima social de la ciudad, y el Ayuntamiento debe ser consciente de ello. Cuanto más tarde en asumir la gravedad de la situación más difícil será reaccionar», advierte.
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