Arpegios
Si son gratas las noticias relacionadas con la cultura en Otxarkoaga, más lo son si, como en este caso, se trata de la edición de un libro de poesía por parte de uno de nuestros vecinos y colaboradores.
Pepe Serna (el que escribe aquí mismo "Minuto de silencio"), ha resultado ser un tipo decidido que se arriesga a publicar un libro de poesía en los tiempos que corren, y en este barrio. Os ponemos aquí la croniquilla del mismo y os invitamos a la presentación, y a que lo compréis, claro.
ARPEGIOS POÉTICOS
La poesía ha logrado, una vez más, el prodigio de reunir personas de aquí y de allá, de diferentes profesiones, nacionalidad, edad y sexo. Aparecen en este libro sin otra clasificación que la otorgada por el siempre imparcial orden alfabético.
Erna Aros, chilena, nacida en La Serena. En poemas de verso libre, manifiesta su vehemencia frente al amor sensual; su rebeldía ante el recato ancestral y la inevitable velocidad de la muerte en su carrera con la vida. Ella encuentra la forma personal de poetizar sobre estos temas que son eternos en la literatura y, en particular, dentro de la poesía.
Juan Azpitarte, nació en Bilbao, Vizcaya. Se queja de las apariencias con que se nos muestra el devenir cotidiano, en especial la vida citadina. Se preocupa por la soledad del farero y su similitud con la de los anacoretas y la vida bucólica de estos últimos que se desarrolla “en penumbras de encinas y valles”. Asimismo, sus poemas sobre estrellas y galaxias nos hablan de su feraz y vital inspiración.
Francisco Carrasco, chileno, nacido en Santiago, continúa por la ruta de la expresión irónica, algo cáustica. Sus versos hurgan en lo negativo de los usos y costumbres de la sociedad moderna. Sus giros y expresiones de tipo localista y popular son como resonancias de la voz de Nicanor Parra: “harina de otro costal” o “las patas y el buche”, por ejemplo…
César Fernández R., nacido en Barakaldo, Vizcaya. El tema prioritario en sus poemas es la ansiedad por el amor ausente. Las ardientes promesas para el futuro encuentro le ayudan a sobrellevar el frío de su abandono. Su espíritu antibélico lo hace decir de las bombas: “¡Que todas fallen! ¡Que el óxido del tiempo las corroa!” Es éste un poema en que la figura llamada paradoja por los preceptistas, se revela de manera ejemplar.
Octavio Fernández Z., nació en Cabañeros, pequeña aldea del Páramo Leonés, España. Sus poemas oscilan entre el verso libre y el rítmico, con algunas rimas consonantes. Interpela a Machado (Antonio) y le canta a la naturaleza. Hay más que un tono de nostalgia y de otros tiempos y personas. En el total, el poema “Autónomo” introduce una discordancia. Observamos un buen manejo del lenguaje poético en el conjunto y una actitud expresiva notable.
Rosa María Mielgo, oriunda de Sestao, Vizcaya. Exceptuando el romancesco poema a Federico García Lorca, los restantes están construidos sobre la base del yo y el tú. “La soledad es mía / ella es mi fiel compañera. / que no vengan a turbarnos, / que nos dejen en la arena”. O estos otros versos del poema “Mujer de luna llena”: “Mis manos, peces que nadan por tu pelo. / Mi piel, mar de tu velero”. Hermosas metáforas pueblan sus creaciones.
Vilma Orrego, porteña, nacida en Valparaíso; desde Santiago, trasladó su residencia a la ciudad de La Serena. Encabeza sus trabajos en este libro con el notable poema “La palabra madre”. Casi todos de versos polimétricos y de variada extensión entre los que destacan unos muy breves, diríamos casi haikús, a modo de muestra: “Tan veloz como el rayo / vuelve a mí / el relámpago / de tu mentira”. Su voz alcanza dimensiones de profunda intensidad y lirismo en su enfrentamiento con la adversidad y sus circunstancias.
Lucy Sepúlveda, nació en San Rosendo, Chile. Residente en Gorliz – Vizcaya; sin embargo, suele vérsele con alguna frecuencia por estos lados. El cariño por su tierra natal está presente en su poesía. Esta vez lo hace con la Patagua, árbol originario de Chile, natural del cerro Ñielol, en Temuco, de la cual expresa: “…sigue cayendo la lluvia / y mojándose la patagua / miles de veces florecida, / miles de veces / temblando despavorida…”. La participación de Lucy en esta publicación colectiva consta de seis poemas y un conmovedor trabajo en prosa: La voz de un niño autista que explica desde antes de su nacimiento las razones de por qué es distinto, y pide comprensión por ello. Notable.
José Serna, nació en Madrid, pero reside en Bilbao. Sus versos trasminados por un sentimiento de protesta, de inconformidad con lo establecido. Decide, afirma, pregunta y responde con argumentos irrefutables sobre la aceptación masificada del sistema social, económico y comunicacional. En su poema “Actitud” dice: “Quiero / otro suelo, / otro sueldo, / otra salud, / otra gente”. Cuando habla de la incomunicación y de su esterilidad sostiene que “Se escurren las palabras entre los dedos. / Se esfuman como el agua, / por los entresijos de la cesta, del mimbre seco…” Se convierte, así, en la voz de aquellos que no la tienen…
Elsie Wood es la última de la decena de escritores que inscriben su nombre en este libro titulado “Arpegios Poéticos”. Elsie es chilena, nació en Valparaíso y reside en Santiago. Con un estilo descriptivo va tejiendo temas de carácter universal. Versifica libremente, tan libre, que a veces elude los signos de puntuación y las conjunciones copulativas. Pero ello no le resta expresividad a su palabra poética cuando en “Flor de luz cósmica” –para describir el nacimiento de Sofía- dice: “… saeta desnuda / se abraza al latido torrente / hábil nadadora cadencia amniótica / entre crujidos luminosos…”
En resumen, un variopinto conjunto de autores entrelazados por el idioma Castellano y por el discurso poético, que en esfuerzo conjunto han utilizado la posibilidad de dar a conocer sus creaciones literarias en este y al otro lado del mundo. ¡Congratulaciones!
MIGUEL REYES SUÁREZ
Escritor y Profesor Licenciado en Educación
Santiago, diciembre de 2008.
EDITADO EN CHILE
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