Nueva polémica con el metro(artículos de El País/El Correo)
La ampliación del metro a dos nuevas líneas, la 4 y la 5, de cuya financiación, además del pago del resto de las obras pendientes en el suburbano, quiere descabalgarse ahora la Diputación de Vizcaya, se impulsó por iniciativa de la propia institución foral y muy especialmente de su responsable, José Luis Bilbao. Los anteriores equipos del Departamento de Transportes y Obras Públicas, cuando los dirigían los peneuvistas Álvaro Amann y Nuria López de Guereñu, vieron desde el principio con reticencias abrir nuevas líneas del suburbano, debido fundamentalmente a su multimillonario coste y, en algunos casos, a su complejidad técnica
Hasta hace cinco años, la máxima del Gobierno, el encargado de gestionar las obras del suburbano, era primero acabar la Línea 2 antes de pensar en más ampliaciones, pero la Diputación, atendiendo a las presiones ciudadanas, le obligó a cambiar esta idea. En 2004, José Luis Bilbao convenció a Amann de extender el suburbano por la periferia de Bilbao, en la zona de Uribarri y Otxarkoaga. Era la Línea 3.
Los problemas de financiación se resolvieron con una ampliación en el pago de la deuda. Desde los años ochenta, el Gobierno y la Diputación pagan a partes iguales las obras del metro, tras la aprobación de un decreto que fijó una financiación estable anual que garantizase su ejecución. A partir de 1989, cada una de ambas instituciones empezó a aportar anualmente 36 millones de euros, cifra que aumentó en 2003 hasta los 42 millones. Aquel plan preveía el pago de las obras hasta 2016, pero la ampliación a la Línea 3 obligó a modificar el sistema de financiación. Para no aumentar esa cuota anual se amplió el pago hasta el año 2026.
A finales de 2007, el Gobierno volvió a comenzar a recibir las llamadas de la Diputación: había que extender más el metro. En esta ocasión, Bilbao tuvo que aceptar la Línea 4 (de Otxarkoaga a Rekalde) como condición para que el PSE le aprobase los presupuestos forales y aprovechó para extender también el suburbano hasta Usansolo, un barrio de Galdakao. Es la Línea 5.
Los nuevos proyectos carecen aún de presupuesto, pero obligan a ampliar aún más la fecha de 2026 para finiquitar el abono de la construcción del suburbano. "Hoy presentamos una continuidad [del metro] organizada", afirmó el diputado general el 25 de enero de 2008 al presentar públicamente el mayor plan de extensión del transporte más utilizado en Euskadi. Como ocurrió en 2004, Bilbao consiguió al final vencer la resistencia del Departamento de Transportes a acometer nuevos proyectos de metro.
Un mes antes de presentar las líneas 4 y 5, la entonces titular de la cartera, Nuria López de Guereñu, insistía en que el metro no era la única solución para mejorar el transporte público en Bilbao. "Hay que ver la viabilidad económica y la demanda", señalaba.
El respaldo de la Diputación a las ampliaciones también le llevó a cambiar su idea inicial sobre la financiación de la Línea 3: iba a tener una mayor aportación del Gobierno, pero al final se aprobó pagarla a medias, como el resto de las líneas.
El problema del actual anuncio de la Diputación de dejar de abonar su parte es que no sólo afectaría a las ampliaciones previstas. Si deja ya de pagar, comprometería la conclusión de la Línea 2 a Kabiezes (un barrio periférico de Santurtzi) y a Basauri, previstas para el próximo año. No hay precedentes de la ruptura de un gran convenio institucional en Euskadi y menos de la importancia económica de éste: se calcula que el metro, con las cinco líneas actuales, habrá costado a los vascos cerca de 3.000 millones de euros si termina de pagarse hacia 2030 en las condiciones actuales.
Las frases de Bilbao
– José Luis Bilbao aseguró en enero de 2008, al presentar la ampliación del metro de dos a cinco líneas, que las actuales líneas 1 y 2 "tienen vocación de continuidad. Hoy lo que presentamos es esa continuidad organizada". Entonces aseguró que la extensión del metro hasta Ortuella (otro compromiso del pacto presupuestario con el PSE para la Diputación de Vizcaya) se abordaría "en los próximos meses".
– En ese mismo acto sustuvo que la financiación de la Línea 3, más adelantada, se haría "como las anteriores", entre el Gobierno y la Diputación.
– Las decisiones sobre el metro se adoptan en el Consorcio de Transportes de Vizcaya, en el que están representados el Gobierno, la Diputación y los ayuntamientos por donde discurre. Su presidencia recae en el diputado general de Vizcaya.
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