INFORMACION EN DEIA SOBRE LA HUELGA DE AUTOBUSES
Los barrios a los que no llega el suburbano sufrieron ayer las peores consecuencias de la primera de las cinco jornadas de huelga convocadas para este mes por el comité de empresa de Bilbobus. Otxarkoaga, Matiko, Masustegi, Rekalde y Uribarri son algunas de las zonas cuyo único medio de transporte es el autobús.
Estos vecinos se incluyen dentro de los 100.000 usuarios los días laborables. De ellos, unos 20.000 podrán coger el autobús los días de paro y entre 60.000 y 80.000 dejarán de hacerlo por la huelga y buscarán posibles alternativas. Son las cifras que aportó Manel Vide, el director de la empresa responsable de la prestación del transporte urbano en la Villa desde el pasado mes de agosto, Veolia. Añadió que la consecuencia es que "esos ciudadanos se buscan alternativas durante la huelga, y luego es muy difícil volverlos a recuperar durante muchos meses". Por otro lado, en zonas como Santutxu o Deusto, en las que el metro puede suplir la carencia de autobuses, la repercusión del paro no se dejó notar en exceso.
Ambas partes del conflicto estuvieron de acuerdo en que los servicios mínimos establecidos por el Gobierno vasco se cumplieron con normalidad, es decir, prestaron servicio 40 autobuses, el 30% de los vehículos que lo hacen habitualmente un día laborable.
Los trabajadores respetaron el decreto que marca estos mínimos según el cual deben ser distribuidos "dando prioridad a aquellas líneas que carezcan de servicios de transporte alternativo o que tengan por destino centros sanitarios. Asimismo, habrán de cubrirse especialmente horarios de entrada y salida de centros de trabajo".
Pero, en general, Pedro Angulo, presidente del comité, aseguró que el paro fue "total". Se repetían ayer las escenas que se producían hace un año, cuando se sucedían las protestas contra la anterior empresa concesionaria del servicio, TCSA.
Desde ayer, los martes y viernes de este mes los 765 empleados están llamados a parar demandando a la empresa que cumpla una serie de acuerdos alcanzados con la representación sindical en distintas materias. Así, los sindicatos han acusado a la dirección de "graves incumplimientos" en la subrogación de personal, calendario laboral, condiciones de trabajo así como la conversión de determinados contratos en indefinidos.
Buscar soluciones Manuel Vide insistió en la disposición de los responsables a "seguir hablando", con la representación sindical, e insistió en el mensaje que Veolia lanzó cuando la pasada semana el comité dio a conocer los paros calificándolos de "injustificados". Sin embargo, a última hora de la tarde de ayer Angulo recordaba que seguían a la espera de una llamada de la dirección para intentar buscar soluciones al conflicto.
La jornada de movilización comenzó ayer a las ocho de la mañana con una manifestación que partió de las cocheras de Elorrieta y que llegó hasta el Ayuntamiento. Los manifestantes se concentraron ante el Ayuntamiento para finalizar su marcha ante la sede de la compañía en la calle Epalza.
Al término del recorrido, Angulo mostró su satisfacción por la respuesta a la huelga de los trabajadores y afirmó que espera que sirva "para que la empresa reflexione porque si no, el Ayuntamiento o alguien tendrá que intervenir". Advirtió de que "no es normal que se quiten los derechos de los trabajadores y no vamos a parar hasta que no se arregle".
Aprovechó la ocasión para responder a Vide sobre sus calificativos de los paros como "injustificados". Angulo aclaró que las huelgas están "justificadas" y añadió que no están "reivindicando nada", sino que simplemente exigen que "Veolia no nos quite lo que subrogó de la anterior operadora", en alusión a TCSA. Es más, Veolia "quiere quitarnos poco a poco los derechos, llevamos diez meses con buenas palabras, sin ninguna solución y, por eso, estamos aquí".
El comité de empresa anunció la pasada semana la convocatoria de huelga de jornada completa ayer y los días 19, 23, 26 y 30 de este mes. La decisión fue ratificada por la asamblea en la que participaron de 301 de los 765 trabajadores de la plantilla. En la votación, 217 empleados dieron el visto bueno al paro que pretende evitar la pérdida de "los derechos laborales conseguidos durante muchos años", insistió Angulo. La empresa recordó que esta cifra supone el 28% de la plantilla.
Encapuchados sabotean 6 autobuses
Entre las 7.40 y las 8.30 horas de ayer un piquete formado por encapuchados saboteó seis autobuses pinchando las ruedas cuando estaban estacionados en terminales de Zorrozgoiti, Urrutia, Betolaza, Peñascal, Indalecio Prieto y Puente del Arenal. Veolia lamentó "profundamente" las molestias que esta situación ocasionó a los usuarios de Bilbobus y calculó que entre 50.000 y 75.000 usuarios pudieron verse afectados por estos hechos. La empresa recordó que las reivindicaciones del comité están "tratadas y resueltas" a día de hoy. "El comité de huelga no ha sido capaz de dar un motivo consistente. Se ampara en generalidades que difícilmente pueden justificar una convocatoria de huelga", argumentó Veolia al final de la jornada. La compañía "mantiene la esperanza" de que el comité "recapacite y desconvoque unos paros que no tienen justificación posible. Y que además son injustos para sus conciudadanos
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