Vacaciones
Minuto de silencio
El verano es tiempo propicio para las vacaciones. Hablamos de situaciones en las que has dejado la rutina del trabajo y te organizas el tiempo con libertad, y además sigues cobrando, incluso tienes paga extra. Sin embargo, muchas personas de nuestro barrio no saben qué es eso. Y sucede bien porque su vida se desarrolla en una dinámica en la que no está presente un contrato de trabajo, bien porque siguen trabajando, a pesar de haber hecho un alto en las relaciones laborales, pero trabajan en casa, o en cualquier lugar al que se desplazan, el doble. Y es que eso que dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos sobre el derecho a las vacaciones sigue siendo un objetivo casi inalcanzable. Lo peor de todo es porque a veces, y con mucha razón, podemos echar la culpa de la situación al sistema económico, pero en otras ocasiones la responsabilidad de la situación es de cada cual. Si repartimos el trabajo del colectivo familiar y cada persona toma las iniciativas que le corresponden, con alegría, con plena convicción, los derechos de las personas no serán conculcados. Hay demasiados casos en los que nos hacemos mutuamente la vida más difícil porque las cargas quedan sobre las espaldas de una minoría. Tú también tienes derecho a las vacaciones, y ya sabes que los derechos humanos difícilmente se otorgan, se conquistan. A veces no hay más remedio.
Pepe
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