CONSEJOS DE POLICÍA MUNICIPAL PARA EVITAR ROBOS Y ACCIDENTES EN LAS VACACIONES DE VERANO

 Unas cuantas precauciones a tiempo pueden evitar sufrir un robo durante las vacaciones de verano, como demuestran las últimas estadísticas de Policía Municipal. Así, en los dos últimos años el total de hurtos y robos en viviendas en los meses de julio, agosto y septiembre en Bilbao se ha reducido a la mitad, pasando de los 76 producidos en 2007 a los 38 acometidos el pasado año.

De la misma forma, el número de hurtos de joyas bolsos y otros objetos en el portal o dentro del domicilio disminuyeron de forma notable, de los 28 de hace dos años a los 6 de 2008. Los daños en la entrada y los robos en viviendas, portales, escaleras o ascensores también descendieron: en 2007 se produjeron 48, mientras que en 2008 fueron sólo 29. La única nota negativa la pusieron los robos con intimidación en domicilios: en 2007 no hubo ninguno, pero en 2008 se produjeron 3, aun así una cifra muy baja.

Cómo proteger la vivienda

Los pasos a seguir para proteger, en la medida de lo posible, contra robos una vivienda son los siguientes:

• Determinar, antes de irnos de vacaciones, si debemos reforzar las puertas y ventanas del domicilio.
• Marcar los objetos de valor con una marca propia y, si es posible, depositarlos en cajas de seguridad, fuera de la casa.
• Evitar comentar en lugares públicos qué se tiene en la vivienda ni qué planes se tiene para vacaciones.
• Dejar a algún vecino o a una persona de confianza las llaves del buzón para que retire la correspondencia, y que nos facilite un número de teléfono donde se le pueda localizar en cualquier momento.
• Antes de partir, cerrar bien las llaves del agua, luz y gas.
• Además, Policía Municipal ha observado que muchos robos en viviendas se cometen sin causar daños en puertas, ni cerraduras, porque los habitantes de la misma no cierran con llave, sino que dan un golpe de puerta, facilitando el acceso a los ladrones mediante una simple tarjeta de plástico y sin hacer ruido. Por tanto, es indispensable cerrar siempre –y no sólo en vacaciones- con llave, aunque sea para hacer un recado.