REPORTAJE EN EL CORREO«La Policía intenta ayudar, pero no llega a todo»
«Cuando celebramos los plenos, esto se llena», dice con orgullo Asier Abaunza -presidente del consejo del Distrito 3 y concejal adjunto de Circulación y Transportes-, mientras muestra una habitación enorme, llena de sillas, en el centro cívico de Txomin Garat. Y de esto no pueden presumir en otros rincones de la villa. A su lado, la edil de Participación Ciudadana, Itziar Urtasun, también alaba el interés de los vecinos por mejorar su entorno: «No son ‘broncas’, son… insistentes, esa es la palabra. Y vienen a nivel individual, no sólo asociaciones».
Las inquietudes de los residentes por el clima de conflictividad y el comportamiento incívico de algunos individuos las conocen de sobra en el Ayuntamiento. «La Policía Local hace lo que puede para ayudar a resolver estos problemas, que no son delitos, pero, obviamente, no llegan a todo», admite Abaunza. También preocupa a las asociaciones vecinales que haya un 20% de los residentes viviendo de las ayudas sociales, lo que, a su juicio, crea un ‘vivero’ de personas poco interesadas en salir adelante por sus medios. «La cifra es brutal. Pero mejorar el control de las ayudas es una prioridad del área de Acción Social. De hecho, ya se han retirado algunas», indica Abaunza.
¿Y la limpieza y mantenimiento de las calles que tanto mortifican a los vecinos? «No es cierto que se limpie menos que en otros puntos de Bilbao. Otra cosa es que la gente no tenga cuidado y se vea más suciedad -matiza Urtasun-. De hecho, acondicionamos zonas privadas que están dejadas de la mano de Dios aunque no sea cosa nuestra».
Muchos de estos handicaps y de las armas para luchar contra ellos se recogen en el plan de regeneración social Imagina Otxarkoaga, el que dicen los vecinos que duerme el sueño de los justos en algún lugar recóndito. «Admitimos cierto retraso con el plan, pero a finales de este mes expondremos ya actuaciones concretas ligadas a las propuestas ciudadanas que recogimos», subraya el presidente de consejo de distrito. «Y se han tenido en cuenta muchas de las aportaciones ciudadanas», promete Azucena Peralta, secretaria del consejo.
En cuanto a las quejas por la tardanza en terminar los últimos flecos de la rehabilitación integral del barrio, señalan que «ya falta poco y que la zona de Irumineta quedará lista para principios de año». En lo que no están de acuerdo es en que las conexiones en autobús sean deficientes. «Están bien servidos», destacan los responsables municipales. Frase que también les vale para las peticiones de locales culturales. En cuanto a la añeja demanda de un polideportivo… ¿Descabellada? «Ahora no es prioritario, pero tampoco está descartado», sonríe Abaunza.
Esta arrolladora batería de reivindicaciones ha fagocitado a las de Txurdinaga, cuya principal demanda es la señalización de la zona. «Estamos estudiando algunas propuestas -indican-, pero es que sobre todo quieren señales orientadas al comercio… y las de circulación están bien». Después del aluvión de peticiones de Otxarkoaga, lo de la señalización de Txurdinaga es un paseo para el Ayuntamiento.
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