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Vecinos: el quinto poder

LOS vecinos de Bilbao no dejan de trabajar en la mejora de la calidad de vida de sus conciudadanos. Se involucran en el devenir de la ciudad y se preocupan por los temas que interesan a los bilbainos. Prueba de ello es la reunión que este fin de semana reúne en Madrid a la Federación de Asociaciones vecinales de Bilbao y a sus homólogos de Barcelona, Madrid y Salamanca. En el encuentro, representantes de las cuatro ciudades están intercambiando conocimientos y experiencias para aplicarlas posteriormente en sus núcleos urbanos.

Los vecinos poseen reivindicaciones, quieren barrios con los servicios sociales necesarios: un centro cívico, una biblioteca, instalaciones deportivas y culturales, servicios de transporte con las frecuencias adecuadas, una red de abastecimiento de agua, saneamiento y alumbrado, espacios verdes… En conclusión, los vecinos de Bilbao quieren calidad de vida. Por ello, es tan importante que el Ayuntamiento -encargado de proporcionárselo-, esté en contacto directo con ellos y conozca sus peticiones.

Algunas de las exigencias habituales, además de la instauración y mejora de servicios sociales, se centran en varios puntos: la eliminación de barreras arquitectónicas para que las personas con problemas de movilidad puedan "disfrutar de su entorno", como señala Luis Muñoz Piru, portavoz de los vecinos de Zorrotza; la peatonalización de las calles, con más zonas verdes y de ocio; la mejora de las infraestructuras, "como los sobrevolados, las marquesinas de los autobuses y el alumbrado", apunta Aurora Bilbao, presidenta de Bihotz Berria de Txurdinaga. Es también importante preservar el patrimonio histórico o solucionar los problemas urbanísticos, con la falta de plazas de aparcamiento como principal reivindicación.

Un fin común Lo cierto es que las 70 asociaciones vecinales registradas en el Ayuntamiento de Bilbao tienen un objetivo común: mejorar la calidad de vida de los bilbainos. Para conseguirlo, "todos -asociaciones, ciudadanos y Consistorio- deben trabajar al unísono", asegura Itziar Urtasun, concejala del Área de Participación Ciudadana.

Por ello, el Ayuntamiento busca la participación tanto de las personas asociadas como de los ciudadanos que de forma individual quieren participar en el devenir de Bilbao. "Gracias al contacto directo, podemos solucionar los pequeños obstáculos antes de que se conviertan en problemas", asegura Urtasun.

La concejala comenta que todas las áreas del Ayuntamiento mantienen una "buena relación" tanto con las asociaciones como con los ciudadanos particulares. Y pone a disposición de éstos nuevos vehículos de comunicación, las herramientas necesarias para que sus quejas y sugerencias lleguen hasta la institución local. A pesar de ello, siempre existen reclamaciones que por motivos burocráticos o de "sinergía entre instituciones no pueden solucionarse tan rápido como nos gustaría a todos", asegura la concejala. Ejemplos prácticos de participación entre el Consistorio y los vecinos son el Plan Bolueta, Auzokide Plana o Imagina Otxarkoaga.

De igual manera, el Área de Participación está especialmente preocupada por la implicación de los jóvenes en los objetivos de futuro de la ciudad. "Las asociaciones vecinales no asimilan su perdida de representatividad global de la ciudadanía, las nuevas tecnologías y el relevo generacional han cambiado la forma de intervenir de la juventud en los problemas. Estos prefieren actuar de forma puntual, unir sus fuerzas cuando el fin lo requiere", explica Itziar Urtasun. El área trata de impulsar el asociacionismo, ya que entiende que, cuando la gente sale de sus hogares y se relaciona con otras personas, se crea red social, convivencia y ciudadanía. Por otra parte, no todos los jóvenes rehuyen de la participación vecinales. Existen asociaciones jóvenes, como son la de Miribilla o Txurdinaga. De este modo, en la página web del Consistorio (www.bilbao.net) existe una aplicación llamada tu ayuntamiento te escucha, en la que se puede dejar constancia de todo tipo de sugerencias, quejas, avisos, incidencias, consultas o agradecimientos.

El Ayuntamiento trabaja con las nuevas tecnologías y plataformas sociales que les sirvan para acercarse a la ciudadanía, tanto a la joven como a la adulta. Además, los ocho distritos de la ciudad cuentan con su propio Consejo en el que representantes políticos y vecinales de la zona tienen la posibilidad de hacer público su malestar por cualquier tema en sus plenos.

Formada por 20 agrupaciones

Federación de Asociaciones de Vecinos de Bilbao

El presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao, Javier Muñoz, afirma que la participación ciudadana "debe realizarse desde los Consejos de Distrito, actualizándolos territorialmente y dotándolos de competencias de los que ahora carecen". Así, las asociaciones inscritas en la federación mantienen la creencia de que la participación ciudadana "debe producirse también en los organismos municipales".

Su creación oficial como federación se hizo pública en 2010. Cuenta con cerca de 20 asociaciones y entre sus objetivos pretende dibujar un Bilbao de futuro que mejore la calidad de vida de los ciudadanos, que se desarrolle como ciudad de servicios, que cuide de los bilbainos, que equilibre el acondicionamiento y progreso de todos los distritos por igual. Sus peticiones se centran en las mejoras urbanísticas, de transporte, de sostenibilidad y en la creación de "nodos de convivencia", lugares accesibles para la gente del barrio donde puedan interrelacionarse. Asimismo, trata de conseguir una relación cordial de cohesión y coherencia entre las asociaciones que forman parte de ella y las que no. Otro de sus objetivos es lograr una diversidad social y económica similar entre los barrios de la periferia y los del centro de la ciudad. Por ello, consideran que Bilbao debe tener barrios autosuficientes que puedan ofrecer los servicios públicos y privados que requieran sus habitantes. "Todos estos servicios -administrativos, educativos, sanitarios, culturales, deportivos, de transporte y de ayuda social-, en la medida de lo posible, deben ofrecerse desde los propios barrios", comenta el presidente de la Federación.

Zorrotza auzokide elkartea

Asociación de Vecinos de Zorrotza

Se formó en febrero de 1969 durante una reunión en la que participaron 12 vecinos. Hoy, 41 años después, la asociación congrega a un total de 400 socios. "Tenemos un montón de peleas abiertas", bromea su portavoz, Luis Muñoz.

Pretenden acabar con las barreras arquitectónicas para las personas con problemas de movilidad reducida en la zona de Zazpi Landa en la que hay elevado índice de personas de la tercera edad. Al mismo tiempo, quieren mejorar los horarios del transporte público, lograr el soterramiento de la línea de Feve y participar en el diseño urbanístico del barrio en los próximos años.

Los vecinos de Zorrotza pretenden materializar una residencia para la tercera edad, construir la cubierta del frontón, mejorar las instalaciones, espacios y el equipamiento del Centro Cívico y del polideportivo y evitar los recortes presupuestarios de las actividades culturales del barrio.

Santutxuko familia elkartea

Asociación de Familias de Santuxu

Es una de las más antiguas. Se creó durante la dictadura, en 1967, y aún conserva la denominación de "asociación de familias" que se le daba entonces a los colectivos vecinales. Cuenta con cerca de 760 asociados, pero, según su portavoz, Jabi Rodríguez, "la participación aumenta cuando hay un motivo puntual", como las fiestas de Carnaval o la de Navidad.

En primer lugar quieren lograr el bienestar de sus vecinos, así como mejorar la calidad del transporte, la cultura y el urbanismo. Actualmente, está realizando un estudio sobre los puntos negros del barrio donde peligra la integridad de las mujeres, además de aumentar el número de locales y zonas de ocio para jóvenes.

Bihotz Berria

Asociación de Vecinos de Txurdinaga

Con sólo tres meses de vida reúne ya a más de 500 socios. Se formó para hacer frente a la apertura en una zona "poco adecuada" de un centro de día para personas en riesgo de exclusión social. La participación de los vecinos ha sido y es total, aportando ideas para mejorar el entorno. "Pretendemos escuchar al barrio y derivar sus exigencias al área correspondiente", dice Aurora Bilbao, una de las fundadoras.

La asociación busca mejorar las infraestructuras del barrio como los sobrevolados, las marquesinas de autobuses, instalar nuevas paradas de Gautxori, mejorar la iluminación para eliminar las zonas oscuras y revisar la limpieza del barrio. Asimismo, pretenden crear una serie de jornadas infantiles, juveniles y para personas de la tercera edad, en las que puedan participar mediante charlas y talleres en consonancia con su edad. Los coloquios recogerían temas como el medio ambiente, el sexo, las drogas, las nuevas tecnologías… Para ello, necesitan unas instalaciones acondicionadas donde los usuarios puedan interrelacionarse y aportar cada uno de su parte.

Hirigunea

Asociación de Vecinos de Miribilla

Es una asociación joven, como el barrio y sus residentes. Se creó en marzo de 2007 con 50 socios, unidos por las múltiples carencias de servicios de la zona. Por este mismo motivo, sus asambleas son muy concurridas, "siempre acuden más de 100 personas", explica Carlos Gómez, presidente del distrito. Los vecinos vigilan el desarrollo del barrio para mantener y mejorar la calidad de vida de los vecinos. Tratan de solucionar las carencias de servicios sociales necesarios como un centro de salud, un centro cívico, una biblioteca… Por otro lado, en la zona se están construyendo macroestructuras como un polideportivo, un frontón, una comisaría o un parque de bomberos, que darán un buen servicio a los residentes, pero todos con una limitada dotación de aparcamiento, lo que empeora la escasez de plazas del barrio. Por ello, solicitan la construcción de un parking subterráneo.

Por otro lado, reclaman un ascensor que facilite el desplazamiento de las personas de movilidad reducida, la mejora de los medios de transporte públicos. "Hay autobuses cada hora que no funcionan los fines de semana", explica Carlos. Asimismo, denuncian los malos olores de la estación de Renfe en Miribilla y piden una frecuencia de metro entre esta estación y la de Abando.

Además, proponen acondicionar una boca lanzadera desde Miribillas hasta la futura parada de metro de Irala. También piden posibilitar el tránsito de peatones y ciclistas a través del puente de Miraflores. Y, por último, hacen pública la preocupación por la contaminación de los terrenos y la cercanía de una salida de la Supersur.

Bihotzean 7 Kale

Asociación de Vecinos del Casco Viejo

Es otra de las asociaciones históricas, lleva más de 25 años funcionando. Su objetivo es que las peticiones de los vecinos se tenga en cuenta en todos los ámbitos y potenciar la participación ciudadana en el barrio. "La gente se anima y habla mucho cuando surge alguna reivindicación nueva, pero les cuesta participar", comenta Jabier Rodríguez, miembro de la asociación. Entre sus peticiones está preservar el patrimonio histórico del Casco Viejo. Así, reivindican una especial sensibilidad con el conjunto monumental del barrio y las zonas adyacentes -Atxuri, San Francisco y Santutxu- que podrían entrar a formar parte de este conjunto monumental ampliando el distrito. También quieren que se peatonalice el Casco Viejo, restringiendo el paso de los vehículos.

Deusto El canal

Asociación de Vecinos de Deusto y San Ignacio

Posee cerca de 570 asociados, quienes apoyan sus iniciativas desde su creación en 2008. Busca diariamente aumentar el apoyo vecinal.

Quieren conseguir una calidad de vida digna y acorde con el siglo XXI para los vecinos de la zona y acercar el barrio de San Ignacio a Bilbao. Para ello, pretenden evitar el relleno de la lámina de agua del canal y de la ría en la zona, protegiéndola como patrimonio de los bilbainos. Entre sus objetivos está: conseguir que se construya el Parque Erribera, desde Elorrieta hasta el puente Euskalduna y peatonalizar la calle Lehendakari Aguirre, convirtiéndola en un bulevar. Además, esperan semipeatonalizar la avenida Zarandona y unir, en la zona de Bidarte, el metro con la línea de Renfe mediante una pasarela subterránea para unir así dos vías de transporte público.