REPORTAJE EN «EL CORREO» SOBRE LANTEGI BATUAK
«No somos perfectos, pero lo que hacemos lo hacemos bien»
Son capaces de mantener el metro de Bilbao en la lista de los más limpios de Europa, por eso la compañía ha vuelto a confiar en sus servicios y ha encargado la limpieza de las estaciones de Bolueta y Etxebarri a 15 personas con discapacidad. Desde que en 2.005 se convirtió en el primer metro del país en contratar los servicios de un centro especial de empleo, ha renovado y ampliado cada año su compromiso con Lantegi Batuak. Un orgullo para los trabajadores, que día a día se esfuerzan en demostrar lo que valen: «No somos perfectos, pero lo que hacemos lo hacemos bien», dicen Chelo Ramos y Eliseo Campos, dos de los profesionales más veteranos del servicio.
Su jornada empieza a las cuatro menos cuarto de la madrugada, cuando Chelo va recogiendo uno a uno a sus compañeros en la puerta de su casa. «Al principio madrugar tanto se hace duro, pero luego te vas acostumbrando», reconoce Eliseo. A bordo de la furgoneta de Lantegi Batuak «he aprendido a callejear, a moverme por la ciudad y a aguantar las caravanas», dice Chelo, cuya miopía progresiva no ha supuesto nunca un obstáculo para hacer bien su trabajo.
A lo largo de la madrugada limpian oficinas, centros de día y comunidades de vecinos, para culminar a media mañana dejando impecable la estación del metro de Bolueta. De Otxarkoaga a Uribitarte, pasando por Ibáñez de Bilbao, Sarrikue, Mazustegui, Ollerías, Santutxu y Bolueta, la brigada que capitanea Chelo va dejando un rastro de limpieza por todo Bilbao. Después de 16 años trabajando codo con codo, Chelo y Eliseo aseguran que el ambiente de trabajo es «muy bueno» y que son «un equipo muy unido». «Y menos mal, porque nos vemos más que a nuestras familias», apostilla Eliseo.
«La gente nos ve»
Su labor en el metro es muy importante para ellos, porque allí su trabajo se hace más visible: «La gente nos ve, sabe que somos de Lantegi Batuak y se dan cuenta que somos tan capaces o más que los trabajadores de cualquier otra empresa», dice Chelo. Ella comenzó trabajando por libre, pero reconoce que Lantegi Batuak «es otro mundo, somos todos uno, hay mucha camaradería. Tengo la tranquilidad de que si un día no estoy bien mis compañeros tiran de mí», asegura. Eliseo lleva en la empresa toda su vida laboral: «Entré con 18 en un taller y llevo casi veinte en el equipo de limpieza», recuerda. Aquí ha podido desarrollar una vida profesional plena. Él tiene una leve discapacidad intelectual y reconoce que «es una suerte que exista una empresa como ésta en Vizcaya».
Lantegi Batuak lleva 27 años generando oportunidades laborales para personas con discapacidad. Sus 25 centros de trabajo en Vizcaya dan empleo a más de 2.200 personas en sectores como la electrónica, la jardinería, el marketing directo o la automoción, y además están cerca de su lugar de residencia. En una coyuntura económica difícil, la compañía exhibe satisfecha un balance en el que no sólo se han mantenido todos los puestos de trabajo, sino que se ha conseguido crear 72 nuevos empleos. «Aquí no se nota la crisis», dice Chelo, «al contrario, tenemos más trabajo que antes». Todo un logro para un colectivo cuya tasa de paro supera el 30% en Vizcaya. Será porque para ellos la mayor satisfacción es «un trabajo bien hecho»
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