ENTREVISTA EN «EL CORREO»

«Aquí cuenta más hacer méritos que el valor de la obra»

La obra de José Ignacio Gurruchaga regresa a Bilbao. El polifacético artista de Basauri presenta en tres centros cívicos de la capital vizcaína, durante mes y medio, una colección de sus últimos trabajos. Ocho 'retablos', agrupados bajo un denominador común: una interpretación que realizó en 1979 en un tablero de nogal de 3 por 1,20 metros del 'Guernica', que Pablo Picasso pintó en 1937.
Gurruchaga expuso en la capital vizcaína en 1980, en la desaparecida Galería Mun. En 2001, llenó las paredes expositivas del Basandere. Ahora, con las muestras deBarrainkua (hasta el 30 de septiembre), La Bolsa (del 1 al 15 de octubre) y Otxarkoaga (del 18 al 29 del próximo mes), pretende «cruzar barreras» y que su nombre sea reconocido en el mundo del arte.
Saltar la fila
«Aquí existe una especie de fila, de meritoriaje, donde el valor artístico de la obra tiene una importancia secundaria», critica. «Quiero saltar esa fila y presentar mi obra completa y no como en esta ocasión, fragmentada», añade. Poeta, escultor, pintor, editor, profesor, pionero en el mundo de la publicidad en Euskadi y amante de la música -cuenta en su domicilio con una colección compuesta de varios miles de vinilos-, Gurruchaga une en su regreso a Bilbao el 'Gernika' con otros ocho cuadros relacionados con los símbolos que aparecen en la obra. Una visión gráfica y técnica «actual», basada en distintos elementos del original de Picasso, realizados con un estilo propio que sin embargo, reconoce, «no está desubicado». «He bebido de grandes maestros como Chillida, Basterretxea o Oteiza, por lo que mi trabajo pertenece, y se nota, a una sensibilidad determinada».
Gurruchaga se sirve, a modo de planteamiento artesanal, de una colección de gubias para realizar los surcos que conceden identidad a su última obra. Incluso es capaz de «inventar» pinturas que realcen más su trabajo y hasta incluir holografías. Pero antes de llegar al taller ha realizado «entre 20 y 30» bocetos que después guarda con mimo. «Desarrollar la idea me resulta mucho más atractivo que elaborar el cuadro en sí», reconoce. «Es en esta primera fase cuando realmente creas la obra. La segunda la puede llevar a cabo cualquier buen artesano que haya sido convenientemente guiado».