GRITAR DESDE LA VENTANA, GRITAR DESDE LA CALLE
MINUTO DE SILENCIO
Hace unos años, cuando no había tantos teléfonos móviles y los niños y las niñas jugaban en las calles del barrio, algunas madres gritaban desde la ventana: ¡Juanitoooo, la merienda…! Y Juanito subía a casa, cogía la merienda, y volvía a la calle a jugar. Tenía su cuota de espontaneidad. Es lo que había. Se cuenta y ya está. Hoy no es posible jugar en la calle de la misma manera. Los coches inundan el barrio y aunque el aspecto ha mejorado mucho, todavía se sigue gritando desde una ventana a la calle, o desde la calle a la ventana. Sin embargo, así como aquellos gritos pueden recordarse con una cierta nostalgia, los gritos de ahora tienen un matiz diferente. Incluso en ocasiones alguien toca el claxon desde la calle dirigiéndose a una familia concreta, que se asoma por la ventana y grita. Son casos minoritarios, muy minoritarios, pero me producen un cierto desasosiego. Se pide dinero, se piden las llaves del coche… y es difícil concretar más en los puntos suspensivos porque no siempre se está pidiendo lo que se dice. Es una situación rara. No sé qué piensan quienes saben mucho más que yo sobre este tema.
Pepe 2010-10-01
Hoy en día, gritar desde la calle a un piso o viceversa es una falta de educación y respecto respecto al resto de tus vecinos. La falta de civismo de mucha gente es irritante.