MARCELINO CAMACHO
Cuando he escuchado la noticia de la muerte de Marcelino Camacho he sentido emoción, y cierto alivio, tenía 92 años. Después de una trayectoria de sacrificios, había tenido la oportunidad de disfrutar de una larga vida. Se lo merecía. Para nuestra generación, que empezamos en esto de la política con el "proceso 1001", Marcelino Camacho significaba dos cosas: la dignidad de la lucha de la clase obrera y el valor de la lucha pacífica por las libertades. Para un vasco de izquierdas esto último es muy importante porque las movilizaciones preparadas por todas las organizaciones antifranquistas contra el encarcelamiento de los líderes de CCOO se vieron mermadas por la fuerte represión que se desató por el atentado contra Carrero en vísperas del juicio. Algunos se dejaron deslumbrar por la "eficacia" del terrorismo (voló, voló Carrero voló… se cantaba alegremente) y hemos pagado sus consecuencias durante demasiados años. Los que elegimos el camino más lento de la lucha por las libertades ayudamos a construir Comisiones Obreras, la gran obra de Camacho y tantos otros. Seguir en CCOO es nuestro pequeño homenaje de cada día a estas gentes. En paralelo, a las luchas en las fábricas, se desarrollaba la lucha de barrios. Allí también se forjaron grandes luchadores como Camacho. Pero esa es otra historia que, desde este blog dedicado a los barrios populares, iremos contando. De momento, para recordar otros tiempos, disfrutar de la fotografía que ilustra aquellas asambleas en las iglesias del barrio.
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