La mortalidad en Euskadi va por barrios
Si usted es mujer y reside en la comarca de Las Encartaciones tiene más posibilidades de fallecer de diabetes que si vive en Gernika; si es hombre y está afincado en Bilbao, es más probable que un accidente cerebrovascular acabe con su vida que si es un vecino de alguna localidad de la Llanada alavesa. Éstas son de las curiosas conclusiones que se pueden extraer del Atlas de Mortalidad en áreas pequeñas elaborado por el Gobierno vasco y que confirma la estrecha relación que guarda el lugar en el que vivimos y las condiciones socioeconómicas y medioambientales con las causas del fallecimiento.
El documento, que acaba de ser publicado por el Departamento de Sanidad, engloba un periodo comprendido entre 1996 y 2003, aunque las conclusiones son extrapolables al momento actual. Fue elaborado por los técnicos de la consejería hace más de dos años pero, por una decisión política» del anterior equipo de Gabriel Inclán, no fue publicado y dormía desde entonces en un cajón. Ahora se ha recuperado y el trabajo será «una herramienta de enorme valor a la hora de desarrollar la estrategia de crónicos», según explicaron el director de Gestión del Conocimiento y Evaluación, José Asua y el jefe del servicio de Estudios e Investigación, Santiago Esnaola.
El informe demuestra que la mortalidad no es uniforme desde un punto de vista territorial, sino que «sigue un patrón geográfico bien definido» que varía también en función del sexo. En general, las áreas con mayores tasas de fallecimientos se situaron sobre todo en Vizcaya y Guipúzcoa, así como en las tres capitales. Tanto para hombres como para mujeres, la mortalidad más elevada en territorio vizcaíno se registró en el Gran Bilbao, Gernika-Bermeo, Duranguesado y Las Encartaciones; en Álava, en la capital y en la Rioja alavesa -en el caso de las mujeres- y en la Llanada – en el caso de los hombres.
Entre el sexo femenino, hubo más muertes por enfermedad cerebrovascular en el área de Vizcaya, por cáncer de estómago en Álava, por tumores pulmonares en la margen derecha o por cirrosis en el Gran Bilbao. Las demencias y el Alzheimer o el sida tuvieron más incidencia en las capitales y áreas metropolitanas.
La mortalidad entre las mujeres es mayor en Bilbao, seguido de San Sebastián y Vitoria. Dentro de la capital vizcaína, las proporciones más elevadas se detectaron en Bilbao La Vieja, Basurto, Olabeaga, Bolueta y Otxarkoaga; por el contrario, fueron menores en Indautxu, Amezola, Iralabarri, Deusto y La Ribera. En Vitoria, los barrios presentaron tasas más elevadas que el conjunto de la ciudad.
En el caso de los hombres, el informe refleja la mayor mortalidad por tumores malignos, cirrosis y cáncer de pulmón y del tractor aéreo-digestivo superior en la metrópolis bilbaína y en San Sebastián. Por el contrario, la tasa de fallecimiento por lesiones de trafico fue menor en las tres capitales que en el resto del territorio.
Nivel de bienestar
Por capitales, en Vitoria, que presenta una menor mortalidad masculina respecto a las otras urbes, las tasas más altas se registraron en el Casco Viejo, Zaramaga, Arantzabela, Mendizorroza y las zonas rurales. En Bilbao, la proporción más elevada de muertes entre los hombres se detectó en Basurto, Zorroza, Ibaiondo, Rekalde y el barrio de Otxarkoaga; en el polo opuesto están Abando, Uribarri y Deusto.
El nivel de bienestar determina en buena parte este patrón geográfico. Por ejemplo, la mortalidad por diabetes, cáncer de estómago, sida y cirrosis fue mayor entre las mujeres de las áreas desfavorecidas; en las zonas más ricas, por el contrario, el cáncer de pulmón y de mama presentaron tasas más altas.
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