Vecinos que reconstruyen Bilbao
VIERON las actuaciones de regeneración que el Ayuntamiento estaba realizando en barrios como Masustegi o Monte Karamelo y no se lo pensaron dos veces. "Queremos que vengan a reformar nuestro barrio", escribieron en una carta a José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios. Unos días después, los vecinos del barrio bilbaino de Olabeaga mantuvieron la primera reunión junto el Ayuntamiento en busca de propuestas de mejora. Ahora, gracias a la colaboración de sus vecinos, Olabeaga disfruta de nuevas escaleras y alumbrado, una plaza de esparcimiento y un proyecto de futuro que lo unirá con el centro de la villa. Son las cosechas de la participación ciudadana, una herramienta que el área que dirige Sabas está aprovechando al máximo para aportar calidad de vida a todos los barrios bilbainos.
Zurbaranbarri, Bolueta, San Francisco, Otxarkoaga, el propio Olabeaga y Musustegi, Monte Karamelo, entre otros, ya han probado sus beneficios. En total, más de 3.000 vecinos han participado junto al Ayuntamiento en la mejora de sus barrios. "Es la herramienta del futuro", asegura, entusiasmado el concejal. El Casco Viejo lo está comprobando ahora mismo ya que es el último barrio en el que se ha puesto en marcha, hace apenas dos meses.
El concepto de participación ciudadana no es nuevo, y tampoco su esencia ya que bien a través de las asociaciones o a través de los consejos de distrito, la voz de los vecinos siempre ha estado presente en el Ayuntamiento. Pero en los últimos cuatro años, el equipo de Jose Luis Sabas ha revolucionado el concepto. Ha salido del despacho. Ha pisado la calle y ha invertido horas en reunirse con los vecinos de aquellos barrios en los que quería actuar para recabar sus opiniones. Sus necesidades.
En Acción Espectadores de los cambios que sufrían los habitantes de las laderas de la villa, los vecinos de Olabeaga decidieron actuar. Para ello, tras mantener una primera reunión con el área de Obras y Servicios, crearon talleres de trabajo para aportarles propuestas de reforma. "Fue una revolución muy grande", cuenta Toño barbisa, miembro de la asociación Olabeaga Bizirik.
De esas reuniones salieron ideas como el acondicionamiento de las escaleras de la calle San Nicolás, uno de los accesos más utilizados para acceder al muelle. También el adecuamiento de aceras; la creación de una plaza donde antes "no había más que un muro y basura", según destacan los vecinos; la limpieza y el acondicionamiento del túnel de Adif, en la entrada del barrio, "con lo que eliminamos un punto negro", y la construcción de un aparcamiento con 84 plazas en la explanada de Adif.
La llegada de gente joven a barrio, propiciada por la creación de viviendas sociales, abrió "los ojos" a los vecinos de toda la vida. "Este es un barrio viejo y feo y nos habíamos acostumbrado a ver las cosas en mal estado", asegura Toño. "Olabeaga es un barrio complicado porque tiene un handicap, todos los proyectos que se están construyendo por la zona y que aún falta tiempo para que terminen. Sin embargo, a pesar de que esas obras volverán a cambiar la realidad social de Olabeaga, Jose Luis decidió que no se podía esperar a que esos proyectos finalizaran porque la vida de Olabeaga no se para, continúa", explica Fran Viñes, director del área.
Por ese motivo, trasladaron su experiencia a este margen de la ría; una experiencia que habían fortalecido en Zurbaranbarri, el primero de todos los barrios en participar con el Consistorio. "Creamos un método de trabajo que permitía a sus vecinos soltarse y explicarnos sus necesidades a través de reuniones abiertas a todo el barrio", explica Viñes. De esas charlas, a las que acudieron 1.500 vecinos, surgió lo que hoy es ya una realidad, el ascensor de la plaza Iturriondo que elimina un desnivel de 46 metros. "Los resultados han sido muy buenos", analiza.
Pero la técnica municipal ha ido evolucionando. Mejorando. "Hay que pensar en las características de cada barrio, sus necesidades, la gente que vive en ellos… Un mismo esquema no sirve para todos", explica Sabas. Por eso, en su siguiente actuación, el barrio de Bolueta, fue especial. "La evolución", señala. Y es que el equipo del concejal de Obras y Servicios realizó, en esta ocasión, un estudio previo junto a los vecinos de las necesidades que existían en el barrio. Luego, a través de reuniones abiertas a todo el público -con más de 800 asistentes-, se concretaron las actuaciones; unas obras que a día de hoy, están a punto de finalizar.
Granito de arena El esquema se repitió en Olabeaga, donde los vecinos reclamaban que el Ayuntamiento "pensara solo en nosotros y no en actuaciones que fueran dirigidas al resto de Bilbao como la UPV, la A-8 o San Mamés Barria", según destaca Toño. Casi 200 vecinos, de los 1.200 que viven en Olabeaga pusieron su granito de arena en el acondicionamiento del barrio. "Ahora estamos luchando porque se soterren las vías del tren de Renfe, que es nuestro gran proyecto de futuro", dice, mientras espera a que las grandes obras que rodean el barrio finalicen. "Ahora nos sentimos mucho más de Olabeaga que nunca".
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