La vía arábica, a la izquierda!
Estrenamos un nuevo colaborador , Raul Serna es vecino del barrio, integrado dentro del movimiento asociativo, que nos contará su visión de la realidad. Ongi Etorri
El 17 de diciembre un vendedor ambulante se prende fuego a lo Bonzo en Túnez. El descontento se traduce en revueltas. El 14 de enero Zine El Abidine Ben Ali, el que hasta entonces era presidente de Túnez, huye a Arabia Saudita. Sin embargo, los disturbios no terminan, a pesar de que ya no salen en la televisión. Las revueltas sindicales continúan en Túnez, el 26 de enero se declaran huelgas generales a lo largo del país. Se pide, expropiación de lo que los líderes y funcionarios han arrebatado al pueblo Tunecino durante las últimas décadas y la nacionalización de instituciones privatizadas. O lo que es lo mismo deshacer lo que el FMI ha ido imponiendo a diferentes países a cambio de suculentas dádivas para sus gobernantes.
Lo dictado desde el Consenso de Washington, también ha pasado factura en Egipto donde Mubarak ha tenido que salir pitando después de meses de huelgas generales de los trabajadores egipcios. Ni el Facebook, ni el Twitter, ni el Skype han sido los motores de una revolución en un país donde menos del 25% de la población tiene acceso a internet. Es algo que va más allá de lo que nos muestran los temerosos medios de comunicación. Por cierto, a mediados de diciembre de 2010 Facebook anuncia una oferta de 100.000 acciones. Son, sindicatos organizados y trabajadores, cansados de las vejaciones que su gobierno orquestaba desde hace ya unos añitos, a la batuta del FMI, los que han dado la cara.
En Bahréin, los sindicatos exigen reformas urgentes antes de sentarse a negociar. Y en Libia, un supuesto régimen socialista, que abrió las puertas en 2007 al capital extranjero, también ha caído en la ola de revueltas, un pueblo, quizás cansado de un cabeza de gobierno extravagante y brutal, que dio sanidad y educación gratuitas al pueblo de Libia. En Marruecos el ala izquierdista está empezando a estirarse, aunque parece que no hay muchos visos de que coja vuelo, ante la amenaza, Mohammed VI ya ha empezado a prometer…
Sin embargo estas revoluciones, como otras del pasado se ven sumidas en un proceso de incertidumbre en el que podría pasar de todo. Solo nos queda permanecer a la escucha.
En España se están siguiendo las recetas del FMI para salir de la crisis. Quizás nuestros hijos e hijas tengan el valor de enfrentarse a estos carniceros. Aún nos queda un largo y lento camino que desandar para estar como están en estos pueblos. Desgraciadamente. Sin embargo, el FMI es impredecible y podría tener a la vuelta de la esquina otro paquete de medidas cortoplacistas para desollar a los trabajadores, y puede que de esta manera nos levantemos a desmoronar ladrillo por ladrillo este sistema que no está hecho para las mayorías que son las que trabajan, sino para una pequeña minoría que mira por encima mientras se descojona.
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