31 DE AGOSTO POR LA TARDE
31 de agosto. Por la tarde. Parece que algo se acaba. Sin embargo, mañana por primera vez en muchos años faltaré a la cita del 1 de septiembre porque no se ha acabado. No piense nadie que me vaya a dar mucha pena. Cierto que me acordaré de mucha gente, de muchos momentos de programaciones, de ilusiones (y bolígrafos) nuevas, a estrenar, de enterarme cómo han ido muchos veranos, de la repetición una y otra vez de ese diálogo: “Hola, ¿qué tal?” “Hasta ayer muy bien”. Cierto que tendré un momento para la melancolía, pero estoy muy contento de haber...
Últimos comentarios