EL SMS DE AYER
Ayer, viernes, recibí un sms de Zuriñe. Me decía que se iba a Briñas y me pedía un par de consejos.
Como ya no me pagan por esto, no lo consideré un trabajo añadido a la pesada carga diaria, así que, muy gustoso, y sin pensarlo demasiado, se los dí. Gratis. Total para el caso que una jovenzuela va a hacer de los consejos de un jubileta…
Pero luego la cabeza se puso a trabajar. Ella sola. Daba vueltas a ese personaje llamado “el liante”. Supongo que las noticias de Zuri me llegaban por la lata que yo dí (ya no me acuerdo muy bien) el curso pasado con la teoría de que no había que perder la semana de cine de Briñas.
Un “liante” es alguien que cree en algo, que lleva en su forma de ser a un “propagandista” y que es un atrevido.
Y como todos creemos en algo, todos deberíamos ser unos liantes. Sobre todo los que seguís dedicándoos a educar. Pero no está en la forma de ser de todos y no hay que renegar de la propia forma de ser, sino sacarle todo el partido posible.
El “liante” debería tener dos límites, a mi modo de ver. Liar a adultos, porque, si lo son, no seguirán las directrices de un líder faccioso, sino que lo pondrán en su sitio. Y liar sin pretensiones dogmáticas de poseer la verdad absoluta: que la bola empiece a rodar y luego los que empujan harán el camino.
Como todo esto, para mí, no son más que “pajilleos” mentales, me reservo los consejos que dí porque eran privados. Preguntadle a Zuriñe y que os diga si ha hecho caso.
Cuento los días que me faltan para ir a trabajar. Como dice un amiguete, para ir al trabajo, que trabajar –añado yo- ya no se cómo se hace.
Hace días que ya no vemos a los cisnes. Por fin debe haber llegado el otoño y con él la hora de emigrar. ¿Habrá que empezar a pensar en Benidorm?
Feliz finde
p>Andrés Lopez Ibarrondo
Últimos comentarios