«Mi habitación está repleta de figuras de belenes, desde ovejitas hasta burracos»
Tras jubilarse "por una enfermedad grave", Carlos se preguntó: "¿Qué puedo hacer yo ahora con tanto tiempo libre? Pues lo que a mí me gusta, montar belenes". Hizo una primera exposición en Otxarkoaga, donde se había trasladado a vivir recientemente, y allí conoció a Abel Charcán, presidente de la asociación de comerciantes del barrio, que le ayudó en la puesta en marcha de la Asociación Belenista Santos Justo y Pastor. Son pocos pero muy activos. Este año se han liado la manta a la cabeza y han conseguido convencer al Ayuntamiento y a BilbaoCentro para montar la Feria Belenista en el edificio del Ensanche de la capital vizcaina. Carlos es también artífice de que Bilbao sea Ciudad Belenista de Europa.
¿Por qué se hizo belenista?
A mí me viene por tradición. Mis padres y mis abuelos ya eran belenistas. Mi abuelo, por ejemplo, fue fundador de la Asociación Belenista de Barcelona, una de las asociaciones con más solera de España.
Usted es catalán.
Sí. Nací en el barrio Gracia de Barcelona, pero llevo en Bilbao 50 años. Vine por motivos de trabajo, por la empresa. Los primeros años iba y venía, pero al final me casé y me quedé aquí… pero muy contento.
¿Por lo que se ve se trajo su afición a montar belenes?
Sí. Yo estoy haciendo belenes desde los ocho años.
¿Qué es el belenismo?
Es una filosofía de vida, una tradición. Yo, como le he dicho, la heredé de mi familia y la he mantenido también porque soy un poco religioso.
¿Hay que ser religioso para ser belenista?
No necesariamente, pero ayuda al espíritu. Se nota la diferencia. Ese fue el motivo por el que yo me marché de otra asociación belenista que hay en Bilbao. Se había convertido en maquetismo.
¿Cuándo creó la Asociación Belenista Santos Justo y Pastor?
El año 2004.
¿Qué le animó a hacerlo?
Fue por casualidad. Me fui a vivir de Arangoiti a Otxarkoaga y eso todo coincidió con mi jubilación por una enfermedad grave que tuve. Me vi con mucho tiempo libre y me pregunté ¿qué puedo hacer ahora?
¿Y qué se contestó?
Pues hacer lo que a mí me gusta: belenes.
Entonces, ¿qué hizo?
Monté una exposición con el patrimonio personal que tenía, que era muy escaso, y allí entró un santo barón que se llama Abel Charcán, que era presidente de la Asociación de Comerciantes de Otxarkoaga y me dijo: yo te ayudo con el dinero que necesites.
¿Le ayudó?
Sí, claro. Me dio 500 euros y así empezamos. Él también era belenista. Montaba un belén en el taller que tenía de carpintería que pasaba todo el mundo a ver.
¿Desde entonces han ido a más montando ferias y exposiciones?
Así es. Hace unos cuantos años conseguimos que el Obispado nos dejara el pórtico de la iglesia San Nicolás, donde realizamos la exposición de belenes audiovisuales y con movimiento desde el 1 de diciembre hasta el 8 de enero.
¿Cuántas personas suelen pasar por esa exposición de San Nicolás?
Normalmente suelen pasar unas 35.000 personas.
¿Y por la feria belenista?
El año pasado hubo 100.000 visitantes en la carpa que instalamos en El Arenal. Pero hay que tener en cuenta que por allí pasa mucha gente durante los días de Navidad.
¿Cómo surgió la idea de la feria?
Es algo que ya lo teníamos en mente desde hacía tiempo. En un primer momento hablé con la entonces concejal, Isabel Sánchez Robles, y posteriormente me llamó Andoni Aldekoa, que dio el visto bueno a la idea y el alcalde, Iñaki Azkuna, se implicó desde el primer día.
¿Fue un éxito desde la primera edición?
El primer año gustó mucho y el año pasado fue todo un éxito. Eso ha supuesto que Bilbao haya sido nombrada Ciudad Belenista de Europa. Ya está metida en el ranking.
¿Qué esperan este año?
Yo creo que este año puede ser el de la consolidación, pero tenemos un poco de miedo.
¿Miedo a qué?
A que la gente no conozca lo suficiente la nueva ubicación de la feria. Nosotros no tenemos medios económicos como para hacer campañas de publicidad.
¿Cuándo se debe empezar a montar el belén en las casas?
El día 8 de diciembre es una buena fecha. Yo diría a la gente que empiece en esas fechas y si ve que les falta alguna pieza, que se acerquen a la feria, que van a encontrar piezas únicas.
¿Usted monta el belén en casa?
Sí, como no podría ser de otra manera. Mi casa está llena de figuras de belenes. Si entra en mi habitación, verá desde ovejitas de diferentes tamaños a burracos.
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