Subida al Hospital
Presentamos a un nuevo colaborador, muchos ya lo conoceréis porque es el cura del barrio, Joseba Bakaikoa, que nos va a contar, a modo de libro por entregas, sus vivencias en el Hospital de Santa Marina.
Subo al hospital, en bici. Plato pequeño, piñón grande. Los 1.800 primeros metros me cuestan 15 minutos. ¡Cuesta! Los 1.350 metros siguientes, los hago en 7 minutos. Esta vez, al ser la resistencia de la pendiente más leve, el plato es el mediano. Al final, los 670 metros finales, pendiente final en bajada, plato grande y piñón pequeño, los hago en dos minutos. ¡24 minutos para 3.820 metros! ¿A dónde voy así? ¡Al hospital!
Llego sudoroso. ¡Me sobran muchos kilos! Al llegar me puedo encontrar en recepción con Miguel, Modesta, Inda, Salva, Ainhoa, Mari, Myriam o Ana y tantas otras personas. Todas son entrañables. Gente de buena pasta, que me reciben siempre de buenas maneras y con mucho cariño. Recibo de ellas la lista de las personas internas en el Hospital y subo a la sacristía –mi despacho–. Allí pongo en orden el estadillo de las personas internas en el hospital y tras una media hora de trabajo, estoy dispuesto a recorrer las diversas plantas del hospital. ¡Es un reto y un gozo profundo el que siento cada vez que me dispongo a comenzar mi misión!
Joseba Bakaikoa
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