El parón en la nueva estación del Casco Viejo retrasará la apertura de la línea 3 del metro
Para finales de 2012 o principios de 2013. Esa era la fecha en que se dató la inauguración de la línea 3 del metro de Bilbao cuando el lehendakari López puso la primera piedra de este trazado el 11 de febrero de 2010. Después, a lo largo del pasado año, responsables de Lakua retrasaron la inauguración para finales de 2013 debido a las novedades que ha introducido el gobierno socialista en el servicio. Sin embargo, no cumplirán ninguna de las dos fechas.
El parón en el proyecto de la nueva estación de Casco Viejo de este trazado, que conectará con los andenes en uso de las líneas 1 y 2, hará imposible que se cumplan los plazos más optimistas. De hecho, Euskal Trenbide Sarea (ETS), el ente dependiente del Gobierno vasco responsable de la construcción no ha sacado aún a concurso las obras. Es más, en una entrevista publicada en octubre en la web especializada Periódico de la Construcción, César Gimeno, vicepresidente ejecutivo de ETS, asegura que la estación se licitará a lo largo del primer semestre de este año y que la línea 3 no entrará en funcionamiento hasta 2015, dos años más tarde de las últimas previsiones comentadas. La nueva estación de Casco Viejo es una pieza clave para la línea 3. Su ubicación en medio del trazado entre Etxebarri y Matiko, los extremos que unirá este itinerario, implica que hasta que no se concluya este proyecto no podrán ponerse en servicio todo el itinerario.
PIEZA CLAVE DE CORRESPONDENCIA Además, es el único punto de trazado que permitirá a los usuarios de la línea, los vecinos de Etxebarri, Otxarkoaga, Txurdinaga, Uribarri y Matiko, conectar con los otros itinerarios y dar un valor real a la línea.
El diseño del tubo subterráneo que arranca en Etxebarri tiene como función acercar a los vecinos de los barrios altos del norte de Bilbao al centro de la villa y al resto de la red del metro por la línea 1 a Erandio, Getxo, y Plentzia, y por la línea 2 a Cruces, Barakaldo, Sestao, Portugalete y Santurtzi.
Para ello se diseñó una nueva estación en el Casco Viejo pegada a la actual en servicio y que se construirá sobre los antiguos andenes que prestaban servicio a EuskoTren. Una zona común permitirá el tránsito de los viajeros entre las diferentes líneas aportando una intermodalidad importante que potenciará el suburbano.
RESTO DE TRAMOS CON RETRASO Pero todavía resta mucho tiempo para verlo en marcha ya que no solo el parón de la estación del Casco Viejo demorará la inauguración de la línea 3, los otros tramos en construcción van también retrasados, según las previsiones de ETS y las adjudicaciones firmadas.
Los casi seis kilómetros de recorrido, la gran mayoría en túnel, se dividió en seis tajos a acometer por diferentes constructoras. El primero es la estación de San Antonio de Etxebarri, obra iniciada en julio de 2010 que se firmó concluir en 15 meses, es decir, ya tendría que estar finalizada, pero la situación actual del tajo, en plena ebullición, lo desmiente.
El segundo tramo va desde esta estación hasta Txurdinaga y fue el primero en iniciarse, en verano de 2009. Se comprometieron 39 meses de obra por lo que tendría que acabar para finales de este año, aunque problemas con los terrenos en la zona de Txurdinaga implicarán retrasos.
El tercer proyecto va de Txurdinaga hasta el Casco Viejo. Kilómetro y medio de galería con la estación de Zurbaranbarri incluida que arrancó en febrero de 2010 y tendría que culminar en julio próximo, tras 30 meses de obras. El cuarto proyecto es la mencionada estación del Casco Viejo, sin licitar aún, y el quinto es el siguiente tramo que recoge la estación de Uribarri, iniciado en febrero de 2010 con 29 meses de plazo, lo que implicaría que se tendría que entregar en junio próximo.
El último proyecto es la reconstrucción de la estación de Matiko, punto final del trazado, una obra iniciada en julio de 2010 y que debería entregarse en marzo próximo tras 20 meses de obra, pero que, a la vista del estado actual de los trabajos inconclusos, no se va a cumplir.
CAMBIOS RADICALES A ello hay que añadir que, después de la obra civil referida, tiene que completarse el proyecto con la superestructura de la línea, es decir, la colocación de vías, habilitar los sistemas de comunicación y energía, la señalización y otros apartados necesarios para dar servicio. Unas intervenciones previstas en el proyecto y que se tardan en implementar al menos un año en un tramo tan largo como este.
En el retraso final también van a influir los radicales cambios que ha sufrido en su conjunto el trazado. En los dos últimos años, el Gobierno vasco ha aprobado que fuera Metro Bilbao y no EuskoTren quien gestione este trazado. Ello ha supuesto modificaciones profundas en los proyectos originales de las estaciones de Etxebarri y Matiko (de ahí sus retrasos) o la necesidad de construir unas cocheras que no estaban en el proyecto original. A esto se une la decisión de automatizar los trenes, lo que requerirá nuevas instalaciones técnicas tampoco previstas. En definitiva, habrá que esperar por lo menos tres años más para poder subir a la nueva línea del metro de Bilbao.
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