Primavera, ¿primavera?
En el Corte Inglés también ha llegado ya la primavera, aunque es menos exacto saber cuándo. Los que somos un poco antiguos estudiamos, en su día, que la primavera empezaba el 21 de marzo. Así que hoy es el día.
El problema es que no se nota demasiado. Estamos pidiendo a gritos que llegue, pero no se la ve por casi ningún sitio. La crisis, que no acaba nunca y que cada vez golpea más cerca y a más gente, la crisis que estará enriqueciendo aún más a los de siempre, no deja signos para la esperanza.
Nada parece renacer. Y esa es la señal para la primavera. No la conjunción de los astros en no sé qué postura.
Decía Pablo Neruda:
Todo ha florecido en
estos campos, manzanos,
azules titubeantes, malezas amarillas,
y entre la hierba verde viven las amapolas.
El cielo inextinguible, el aire nuevo
de cada día, el tácito fulgor,
regalo de una extensa primavera.
Sólo no hay primavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.
Y para ti ¿qué son en este ahora
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su copa de frescura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.
Y también:
“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.”
Nos vemos el 29, por si comienzan a aparecer signos primaverales.
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