MOIS
MINUTO DE SILENCIO
Me niego a verlo, a oírlo. Esa mirada entre la sangre, estrellada en el suelo después de que han torturado su cuerpo. No tenía que haber sucedido. Otro homicidio. Ausentes los asesinos y sus cómplices observarán la escena que han provocado. Mirarán el periódico, quizá esta breve reseña, y sabrán que viven en un mundo inhóspito. Porque el mundo de la droga nos expulsa del mundo, a pesar de todos los halagos y filigranas. Y en el barrio, como decía Confucio: "Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos." Por lo visto se llamaba Mois. Me dicen varias personas que lo veían, no mucho, pero no pensaban que se había metido en líos. Eso es lo que nos sucede con los líos que hay en nuestro barrio, que no los pensamos.
Pepe
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