Agentes pegados a la realidad
El Ayuntamiento de Bilbao está trabajando para poner en marcha un nuevo modelo policial que estará operativo el próximo mes de junio. Uno de sus pilares será la creación de una “policía de barrio”, que no se traduzca solo en “agentes amables que van por la calle atendiendo con una sonrisa a los ciudadanos”, explica el director del Área de Seguridad del consistorio, Andoni Olagorria. La intención es que tenga un contacto directo con la realidad para poder hacer fotografías de cada zona de la ciudad y una cartera de trabajo con casos concretos que muchas veces permiten prevenir delitos relacionados con las drogas o los robos.
El pasado mes de julio, la Policía Municipal activó un embrión de esta policía de proximidad en el que trabajan directamente cuatro agentes y otros muchos indirectamente. El jefe de la Unidad de Drogas de la Policía Municipal, Txema López, es el responsable de las reuniones con los vecinos y los representantes de asociaciones de comerciantes o de hostelería y centros educativos que ya han participado en el proyecto.
Desde que el pasado verano empezaran a darse los primeros pasos para conocer la efectividad del sistema, el Área de Seguridad del consistorio ha mantenido cerca de una veintena de citas con diferentes agentes sociales que tenían algún tipo de inquietud, ya fuera de naturaleza policial o no. En este último caso, como ocurre con las demandas relativas al asfaltado de las calles u otras cuestiones que son competencia de la concejalía de Obras y Servicios, los agentes derivaban la cuestión al departamento municipal correspondiente.
Uno de los pilares será la creación de una policía de proximidad
A fin de que estas preocupaciones ciudadanas no caigan en saco roto, el consistorio ha puesto en marcha un servicio de mediación y seguimiento, muchas veces en cuestiones relacionadas más con una percepción de inseguridad o un conflicto convivencial que con un problema de delincuencia, para establecer la táctica policial más adecuada. Una vez analizado el caso, el Ayuntamiento adquiere un “compromiso por escrito con las partes afectadas, cuyo cumplimiento evalúa posteriormente.
Olagorria subraya el valor que tiene la información proporcionada por los vecinos, que además ayuda a mejorar su percepción de seguridad. “No tenemos varitas mágicas, pero la experiencia está resultando muy satisfactoria”, recalca.
El programa ya se está desarrollando de una forma experimental
Las reuniones entre todas las partes implicadas se celebran en la central de la Policía y a ellas acuden el propio concejal de Seguridad, Tomás del Hierro; subcomisarios, el jefe policial de la zona donde se plantea el conflicto y el jefe de la Ertzaintza en Bilbao. Muchas de las demandas, que no siempre presentan asociaciones de vecinos, sino también particulares, suelen referirse al límite de aforo y los horarios de los bares, al botellón y a las drogas. “Se trata de reconducir la situación", señala Olagorria. En los casos citados, la Policía Municipal establece controles en la zona si se considera necesario y se mantiene un contacto directo con los afectados para saber cómo ha evolucionado el problema.
“Salvo los casos de carácter penal, tratamos de buscar siempre la vía de la conciliación con los implicados, no la vía sancionadora. Muchas veces, con nuestra mera presencia en la zona es suficiente para disuadir”, explica López. No existe una zona concreta de Bilbao donde se haya registrado un volumen especialmente llamativo de casos, aunque “quizá en Otxarkoaga haya habido una concentración de casos un poco mayor”, añade.
Aquellas personas que quieran acceder a este servicio deben entrar en el Área de Seguridad dentro de la web del Ayuntamiento de Bilbao. El interesado solo tiene que introducir sus datos y explicar su caso. La propia Policía Municipal se pondrá en contacto con los peticionarios, priorizando los casos más urgentes, y fijará la fecha para una reunión en la que conocer los pormenores de cada asunto.
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