REPORTAJE SOBRE TULAR IRRATIA
Cada vez son más los jóvenes que buscan una alternativa para su aprendizaje fuera de la universidad. Una de las opciones que más atraen a los estudiantes es la radio. No solo por sus características técnicas, sino también por la amplia gama de posibilidades periodísticas que ofrece. Además, el hecho de no ser visto por los oyentes da tranquilidad a los jóvenes principiantes. Por estas y otras muchas razones, la radio se convierte en la primera y mejor opción de los estudiantes para comenzar su carrera. Tanto es así, que algunos no se conforman con lo aprendido en clase y buscan la experiencia radiofónica más allá de las paredes de la Facultad.
Las emisoras son conscientes de esto y algunas de ellas ya ofrecen cursillos o prácticas para iniciarse en el mundo de las ondas. Un claro ejemplo de los diferentes cursos que las radios imparten es el ofrecido por la emisora Tular Irratia. Por el módico precio de quince euros se puede acceder a un curso que incluye ocho horas de aprendizaje en radio y otras ocho horas en audiovisuales. Además es un curso abierto a todo tipo de personas. No importa cuál sea la edad, el rango, la etnia o la profesión.
Borja Peigneux, estudiante y asistente al curso:
“Radio Tular Irratia es la iniciativa de una radio comunitaria, una radio de barrio. Es muy interesante. En otros países como Venezuela se ha llevado a cabo y se han visto resultados muy positivos. Si bien aquí todavía no se ha aplicado a ese nivel”.
El profesor Kerman Oliva fue el encargado de impartir el cursillo en los locales de Tular Irratia, situados en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga. Gracias a su cercanía con los alumnos y tanto a la calidez como a la calidad de sus clases, los asistentes quedaron plenamente satisfechos.
Ainara Arteaga, estudiante y asistente al curso:
“Los cursos de Tular Irratia creo que estaban muy bien organizados, pues cada día lo dedicábamos a un estilo. Aunque han sido solo ocho horas, permiten aprender bastante ya que estábamos poca gente y todo lo que aprendíamos lo poníamos en práctica. Es un curso que simula muy bien el funcionamiento de una redacción radiofónica”.
Además, Tular Irratia ofrece la posibilidad de realizar prácticas semanales a quienes sientan el gusanillo de la radio. No es necesario saber manejarla a la perfección ni tener experiencia. Lo único que se necesitan son ganas y perseverancia. Algunos de los asistentes al curso ya disfrutan de tener su propio programa.
Yaiza Lujua, estudiante y locutora de “Macedonia de Ideas”:
“Tuve la idea de hacer mi propio programa porque así ponía en práctica todos los conocimientos adquiridos en el curso y en la universidad. Y se compagina muy bien con los estudios puesto que al estudiar periodismo viene perfectamente”
Estos cursos son la excusa perfecta para conocer gente con las mismas inquietudes y quién sabe si para empezar una meteórica carrera. Para muchos, la radio es solo un hobby, pero para otros es una profesión en la que se están iniciando.
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