Vivir activa a pesar de los 60
Envejecer, más que una cuestión de edad es una forma de vivir la vida y enfrentarse a sus vicisitudes. La frase es una de las conclusiones que secundan las 59 mujeres mayores de 60 años que han participado en un estudio realizado por el Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía del Ayuntamiento de Bilbao para conocer la situación de este sector de la población. Suponen el 28% del total de la población bilbaina y su perfil dice que son participativas, titulares de pensiones inferiores a los hombres, preocupadas por el bienestar de la familia y, sobre todo, dispuestas a encauzar un envejecimiento activo.
Dicen que para muestra un botón y la participación de las mujeres ayer en la biblioteca de Bidebarrieta da fe de que son participativas y se interesan por aquello que les atañe.
El estudio fue presentado por la concejala del Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía, Oihane Arteagabeitia, y el concejal de Acción Social y Vivienda, Eduardo Maiz, ante un nutrido número de bilbainas, también algún bilbaino, que han aportado previamente sus visiones, sus vivencias y sus saberes para que el resto de la ciudadanía pueda conocer en profundidad la realidad de las mujeres mayores, sus intereses y aspiraciones, así como sus necesidades para participar en igualdad de condiciones a los hombres mayores, y al resto de las mujeres, en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural y política bilbaina.
Una de las primeras conclusiones del estudio es que las mujeres representan más del 80% de las personas mayores que participan en los cursos, talleres y programas municipales de cultura, igualdad, ocio y deporte y promoción de la salud. Además se constata una relevante participación de las mujeres en el movimiento asociativo de mayores, del que forman parte alrededor del 20% de las bilbainas; participación que han iniciado siendo ya mayores y que es percibida como una experiencia enriquecedora, que les reporta gran satisfacción porque las mujeres mayores otorgan mucha importancia al encuentro y disfrute en grupo con otras mujeres. Así lo expresa Cristina Conde de 83 años que ha participado en la elaboración de este estudio aportando su ejemplo de mujer activa. "Estoy en una coral, en un grupo de teatro, soy la presidenta del centro de Otxarkoaga…", explica. Cristina Conde disfruta con lo que hace y se enorgullece de comprobar el cambio que ha experimentado la sociedad. Ella disfruta de algunas de las mejoras, pero se alegra de ver cómo ha evolucionado la juventud en los últimos tiempos, aunque le llegue tarde.
Otra de las conclusiones que destaca el estudio es el hecho de que el porcentaje de mujeres con un certificado de discapacidad es inferior a su peso en la población bilbaina en todas las franjas de edad. Mientras que las mujeres constituyen casi el 60% de las personas de más 60 años, disponen solo del 48,11% de los certificados.
Los datos también revelan que la dependencia tiene un rostro claramente femenino. 5.883 mujeres mayores de 60 años en Bilbao poseen un certificado de valoración de dependencia lo que representa el 71,15% del total de población mayor. La razón principal de este hecho es la mayor esperanza de vida femenina. María Luis Manzano de 80 años, es otro ejemplo de estos datos. Vive sola aunque cerca de su hija a la que hecha una mano con los niños puesto que esta trabaja. Estudiante empedernida, ha realizado todos los cursos que ha podido, el último sobre la historia de Bilbao y seguiría estudiando historia si no le hubieran trasladado el centro.
En su caso, por sus relaciones, no percibe una discriminación con respecto a los hombres, otro dato que recoge también el estudio. Menos de cuatro de cada diez mujeres mayores bilbainas son titulares de una pensión derivada de su propio trabajo, mientras que prácticamente todos los varones lo son. En cuanto al importe medio de la pensión, paradójicamente en el caso de las mujeres, tanto de la viudedad como la de jubilación son de similar importe. Existe un gran desconocimiento por parte de las mujeres mayores de las ayudas económicas, prestaciones y servicios sociales en general así como una sentida dificultad en el acceso a dichos recursos.
Finalmente, el estudio constata algo intrínseco en esta sociedad y que sin embargo antes no pasaba. Además de los problemas relacionados con la movilidad y el dolor, uno de los principales problemas es la soledad.
EL ESTUDIO
· Población. 59 mujeres han aportado sus visiones, vivencias y saberes al proyecto que permite profundizar en su realidad.
· Porcentaje. Suponen el 28% del total de la población bilbaina y de los 99.322 habitantes mayores de 60 años, las mujeres constituyen casi el 60%.
· Su perfil. Son participativas, titulares de pensiones inferiores a los hombres, preocupadas por el bienestar de la familia y, sobre todo, dispuestas a encauzar un envejecimiento activo.
· Asociativas. Se constata una relevante participación de las mujeres en el movimiento asociativo de mayores, del que forman parte alrededor del 20% de las bilbainas.
· Discapacidad. El porcentaje de discapacidad es inferior a su peso en la población bilbaina en todas las franjas de edad. Mientras que las mujeres constituyen casi el 60% de las personas de más de 60 años, disponen solo del 48,11% de los certificados.
· Dependencia. 5.883 mujeres mayores de 60 años en Bilbao poseen un certificado de valoración de dependencia, lo que representa el 71,15 del total de población mayor. La razón principal de este hecho es la mayor esperanza femenina.
· Espacio residencial. El ideal de vida de estas mujeres pasa por mantener un espacio residencial propio en el que organizarse.
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