La línea 3 recibirá este año una inversión de 23,5 millones para continuar con las obras
p>»Las obras de la línea 3 no se han parado en ningún momento». Así de rotundo se mostraba en declaraciones a DEIA Antonio Aiz, viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, después de los rumores surgidos esta semana en torno a la paralización del trazado ferroviario que conectará los barrios del norte de Bilbao partiendo de Etxebarri y finalizando en Matiko. Ayer mismo, el Partido Popular de Bilbao solicitaba a ambas instituciones que no paralizaran las obras.
Prueba de la apuesta del Ejecutivo vasco y la Diputación Foral por la construcción de este itinerario subterráneo es que se invertirán este año 23,5 millones de euros para continuar su construcción. Una partida que financiarán a medias ambas instituciones como vienen haciendo desde 2008 cuando firmaron un convenio de colaboración para asumir estos trabajos al 50%. Aiz apostilla que «tan solo van a ser 500.000 euros menos que los 24 millones de obras que se certificaron el pasado año».
Fuentes forales también confirmaban ayer a DEIA que las obras continúan. De hecho, en el consejo de gobierno del pasado martes, la Diputación aprobó la transferencia de crédito para destinar sus 11,5 millones de euros a la continuidad de unos trabajos que beneficiarán a más de 70.000 bilbainos.
Otra base para probar la implicación institucional es que desde hace un mes ambas están trabajando en la redacción de un nuevo convenio que complemente al ya firmado y que permitirá asumir el sobrecoste de un proyecto que se disparó económicamente durante el Gobierno López. Un acuerdo que podría materializarse incluso antes de que finalice este mes.
Como se recordará, poco antes de abandonar Lakua a finales del pasado año, el PSE pidió en Juntas Generales de Bizkaia a la Diputación que aportara la mitad de los cien millones de sobrecosto, los cuales se añadirían a los 153 acordados en el convenio original.
ACTUACIÓN UNILATERAL Esa fue la primera ocasión en que el departamento de Obras Públicas y Transportes se dirigía a la Diputación después de haber tomado durante tres años varias decisiones de forma unilateral que afectaban al presupuesto de una manera muy destacada. El ente foral, por boca de su diputada del ramo, Itziar Garamendi, contestó que solo se seguiría cumpliendo el acuerdo de 2008. Hasta el pasado año, la Diputación aportó un total de 76 millones de euros.
La llegada de nuevo del PNV al Gobierno vasco ha supuesto una revisión de todo el proyecto, esta vez sí en comandita con la Diputación, para concretar cómo asumir la finalización de este trazado ferroviario. Antonio Aiz explica que «la línea 3 necesita de un nuevo convenio, dado que ha habido una modificación sustancial del presupuesto por varias razones y ello no se ha abordado en la anterior legislatura». Según el viceconsejero de Transportes, se han añadido al proyecto primitivo la actuación en el Casco Viejo, la cubrición de la estación de Matiko, las actuaciones en Uribarri, con unas mejoras para el barrio sugeridas por el Ayuntamiento de Bilbao, varios accesos nuevos a las estaciones y, sobre todo, la falla geológica encontrada en la zona de Txurdinaga, la cual ha supuesto cambiar todo el trazado subterráneo en esta zona junto a las bocas de acceso de la estación.
«Todo ello hace que el presupuesto que se había contemplado en el convenio de 2008 varíe sustancialmente», concreta Aiz, por lo que «es necesario que abordemos un nuevo convenio de financiación de las obras que sirva para su conclusión definitiva».
Las preguntas son obvias ¿para cuándo entrará en servicio? ¿Cuánto dinero de más habrá que poner? A la primera cuestión Aiz es prudente y no concretó fecha alguna. Pero hay un dato que puede presuponer que hasta dentro de dos años largos no se podrá estrenar el nuevo servicio ferroviario. El vicenconsejero explica cómo la construcción de la estación de Casco Viejo, la cual aún no ha sido ni tan siquiera licitada, «se incluirá en ese nuevo convenio». Una obra compleja ya que, además de construir un nuevo edificio de acceso, debe construir conexiones para los viajeros que circulen entre los andenes del nuevo espacio que se construya para la línea 3 y los que ya utilizan desde hace años los usuarios de la líneas 1 y 2. El responsable jeltzale indica que «con el decalaje que prevemos va a dar tiempo a construirla con lo que la inauguración de la línea será completa, desde Etxebarri hasta Matiko, incluida la estación de Casco Viejo».
CIEN MILLONES DE SOBRECOSTE En cuanto al sobrecoste que asumirán a medias las dos instituciones durante los próximos años que se prolonguen las obras, el viceconsejero reconoció que rondará la cifra de los cien millones que declararon desde el PSE. «Puede andar por ahí o algo por encima. Se concretará para la firma del nuevo convenio», especificó. Al nuevo Gobierno vasco y la Diputación no les ha tocado otra que asumir los cambios introducidos y ya acometidos en el proyecto en la anterior legislatura, aunque evitarán cualquier otro aún sin concretar. Aiz se atiene «al acuerdo que está en vigor y en el que se han sustentado todos los proyectos y las obras que se han ejecutado hasta la fecha y las que se están llevando a cabo ahora».
Además del dinero extra que tendrán que aportar y el retraso en la entrada en servicio, se preveía haber estrenado la línea para finales del pasado año, el Gobierno vasco deberá poner más dinero a través de Euskotren. «El nuevo trazado va a requerir que tengamos que adquirir nuevos convoyes para prestar servicio», anunció Aiz. Será la compañía ferroviaria dependiente del Gobierno vasco quien asumirá en sus presupuestos la compra de los nuevos trenes los cuales estarán listos para su inauguración. Una inversión que habría que haber efectuado de todas formas, incluso si Metro Bilbao hubiera sido el gestor de la línea.
Últimos comentarios