Txurdinaga se rebela contra los conciertos en el parque
Txurdinaga no está para fiestas. Al menos, los residentes más próximos al parque Europa, elegido por el Gobierno local para acoger los grandes conciertos de la Aste Nagusia, tras el fiasco del espacio Karola el año pasado. El vecindario se ha puesto en pie de guerra para evitar que su ‘pulmón verde’ sea «destrozado». Temen que el recinto y las inmediaciones, en las que se ubican dos residencias y varios bloques de viviendas, se llenen de «suciedad» y «ruido». «Los niños y los perros no van a poder aproximarse al parque durante esos días por miedo a que se corten con cristales», criticaron.
El primer acto de esta protesta arrancó en torno a las diez de la mañana de ayer, cuando brigadas municipales procedían a talar algunos árboles del parque. Alrededor de una veintena de ciudadanos mostraron su disconformidad y se encararon a los jardineros, impidiendo que desempeñaran su trabajo. Pronto recibieron el apoyo de otros convecinos que seguían la escena desde las ventanas de sus casas.
La indignación popular no pudo salvar a dos ejemplares, los más cercanos a donde se ubicará el escenario, pese a la tenacidad con que se emplearon algunos usuarios del parque. Es el caso de Emilio del Río, que, junto a su perro, se enfrentó a los trabajadores municipales y evitó que un tercer árbol corriera la misma suerte. «Les dije que si lo cortaban, que fuese conmigo. Se montó un gran revuelo y se fueron, pero estamos seguros de que volverán», relató a este periódico.
«Se les llena la boca hablando de ciudades verdes y luego se cargan los árboles», terciaba Naia, otra de las personas que habitualmente pasea por allí con su mascota. «Hay que alzar la voz contra las injusticias -clamaba-. Hemos logrado que se pueda estar aquí en un lugar en el que antes sólo había maleantes y van a destrozar todo ese esfuerzo en nueve días». Eztizen Álvarez aprovechaba para recordar que «nos ponen pegas por sacar a los perros y luego van a llenar la campa de colillas y restos de botellas».
Los vecinos de Txurdinaga lamentan que no se les haya ofrecido explicaciones ni desde el Consistorio ni desde el Consejo de Distrito. «Nos hemos enterado de la decisión la semana pasada por EL CORREO y han venido hoy, a primera hora, con alevosía -criticaba María Luz Molina-. Este año no han puesto algunos setos que suelen colocar y pensábamos que era por la crisis, pero ahora ya lo entendemos». Su malestar ya estaba plasmado en decenas de carteles que inundan la zona de esparcimiento. Y la tala de árboles ha detonado un movimiento de oposición a que el barrio se integre en el circuito de fiestas. «Existen suficientes infraestructuras en Bilbao para acoger conciertos. Están Miribilla o San Mames», enumeraba Rubén Pascual.
Acercar la fiesta a los barrios
Desde el Ayuntamiento, sin embargo, quisieron desligar la intervención de la brigada de jardinería de los preparativos para acondicionar la sede de los conciertos de la Aste Nagusia. «La tala de los dos árboles forma parte de una campaña de control en diversos puntos de la villa destinada a evitar posibles desplomes -explicaron portavoces del área de Obras y Servicios-. Estaban en mal estado, podridos, y podían caer sobre algún transeúnte».
Las mismas fuentes adelantaron que otros cinco árboles del parque «se trasplantarán en Cobetas, y que su lugar será ocupado por ejemplares de especies más adecuadas» para convivir en un espacio que ‘nace’ con «vocación de continuidad» para albergar los conciertos de la Semana Grande. Para evitar que a algunos jóvenes se les ocurra «colgarse» de las ramas, se cortarán las de mayores dimensiones. También aclararon que «únicamente» se van a utilizar «10.000 metros cuadrados de una zona de esparcimiento de 170.000». Y subrayaron que la experiencia servirá para «acercar» los actos de la Aste Nagusia a los barrios.
Bajo el lema ‘El parque Europa no se toca’, alrededor de dos centenares de personas se concentraron ayer en la zona más cercana a la Avenida de Zumalacárregui para mostrar su disconformidad con la decisión del equipo de gobierno que preside Iñaki Azkuna de trasladar allí los conciertos con mayor tirón de la Semana Grande. Definieron la protesta como «un primer posicionamiento público», un acto sin mucha organización previa y para sondear la opinión de los vecinos en torno a la «política de hechos consumados del Ayuntamiento».
El sábado, «con más tiempo», se proponen organizar una movilización «más contundente». Será al mediodía y esperan concitar nuevas adhesiones a su causa, según indicó Jon Benjamin, uno de los promotores. Entretanto, jóvenes del barrio han iniciado una recogida de firmas contra la celebración de los conciertos de la Aste Nagusia en Txurdinaga.
Ayer colocaron una mesa en la concentración y lograron «trescientas» en hora y media. El viernes volverán a reclamar el apoyo ciudadano de 16.30 a 20.00 horas. En las redes sociales suman desde el pasado jueves más de 2.000 rúbricas.
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