El frontón de La Esperanza será demolido por las obras de la Línea 3 y reconstruido después
El vetusto frontón de La Esperanza tiene los días contados, aunque su desaparición va a ser temporal. El recinto deportivo ubicado en el Casco Viejo de Bilbao será derruido el próximo año para facilitar la construcción de la Línea 3 de metro, la que unirá el corazón de la villa con Otxarkoaga, Txurdinaga y Matiko. Euskal Trenbide Sarea (ETS), la sociedad dependiente del Gobierno vasco que se ocupa de levantar el nuevo trazado, ha anunciado al Ayuntamiento que necesita ocupar el solar en el que se sitúa la cancha para ejecutar con mayor facilidad algunos de los trabajos. El equipo de gobierno local ha accedido, pero va a solicitar a Lakua que reconstruya y «mejore» las instalaciones cuando termine las labores de ampliación del suburbano. La demolición se llevará a cabo «la próxima primavera».
Aunque inicialmente había dudas sobre si el Ayuntamiento de Bilbao reclamaría la recuperación de la cancha ubicada en el número 5 de la calle Esperanza, el director de Alcaldía, Andoni Aldekoa, disipó ayer toda incertidumbre. El Casco Viejo recuperará su infraestructura deportiva. «Cuando acaben, a reedificar. Que pongan otro frontón, igual o diferente, pero frontón», aseguró Aldekoa durante una entrevista concedida a Radio Bilbao. «Ya trabajamos con el Gobierno vasco en el proyecto y sus plazos», añadió.
Realmente, el plan para demoler La Esperanza no es nuevo. Lleva sobre la mesa casi tanto tiempo como el diseño de la Línea 3. Los diferentes responsables políticos del Ayuntamiento bilbaíno llevan dos legislaturas tratando el tema con el Gobierno vasco, aunque el plan no ha ido tomando forma hasta que se ha hecho totalmente necesario afrontarlo. La nueva estación intermodal del Casco Viejo reunirá bajo un mismo techo los accesos a las líneas 1,2 y 3 del suburbano y el enlace de Euskotren hacia el Txorierri y quedará enclavada en la ladera del parque Etxebarria, detrás de la iglesia de San Nicolás.
«El espacio disponible para llegar a la zona entre las casas y el frontón es demasiado angosto así que había que hacer algo para evitar cualquier riesgo para los edificios», explicó el concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza. Además de abrir una necesaria vía de acceso al tajo que permitirá levantar la nueva parada, el solar que dejará la histórica cancha será utilizado como «espacio técnico», una zona donde estacionar la maquinaria y guardar los numeros elementos de obra necesarios.
«Es más que una cancha»
Una vez confirmados los planes para el frontón del Casco Viejo, queda por saber cuándo se ejecutará el derribo exactamente. El Gobierno vasco plantea hacerlo durante los primeros meses del próximo año, pero el Ayuntamiento va a pedir a ETS que frene un poco su ímpetu. «Es más que una cancha», advierte Aldekoa. Además de su valor deportivo, se utiliza como centro de reunión del distrito y es la sede de diferentes actividades extraescolares para los alumnos del cercano colegio público Maestro García Rivero de Atxuri. «Esperamos que pueda mantenerse en pie al menos hasta mayo o junio para que dé tiempo a finalizar el próximo curso», justificó el director de Alcaldía.
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