Casi 2.500 personas mayores de 85 años viven solas en Bilbao
La situación de los mayores bilbainos podría describirse como preocupante, según un estudio del Área de Acción Social que realizó un radiografía de la población mayor de 85 años de la villa analizando todos sus condicionantes. Un tercio de los mayores de Bilbao vive solo, casi la mitad convive con cuidadores individuales, mayoritariamente mujeres de edades superiores a los 80 años, que padecen, en distintos grados, el síndrome del cuidador, y el 20% restante lo hace en núcleos familiares, que también demandan compañía para sus mayores, y apoyo para la realización de tareas de tipo higiénico.
En Bilbao viven 7.702 personas mayores de 85 años. En general han expresado su preferencia por la atención domiciliaria frente a la institucionalización. Sin embargo, esta preferencia debe estar refrendada con el desarrollo de infraestructuras sociales necesarias, es decir, servicios de respiro familiar, ayuda a domicilio, por el apoyo a los cuidadores familiares y por la incorporación de nuevas tecnologías a los domicilios. En este estudio se analiza así la capacidad de las personas mayores para permanecer en sus domicilios y llevar una vida acorde con sus posibilidades y capacidades, a medida que se hacen dependientes.
EN SU PROPIO DOMICILIO
El 2% de los mayores bilbainos vive en una residencia
Del estudio se desprende que 120 personas, el 2% del censo, viven en una residencia. Txurdinaga-Otxarkoaga, junto con el centro y Uribarri son las tres áreas en las que se concentran casi el 75% de las personas que están en residencias.
Por el contrario, Zorrotza no tiene personas con esta modalidad de convivencia. Respecto a las personas que están atendidas por una persona interna, en el centro es donde el estudio identifica un mayor número de casos de personas con una interna, concentrando el 60% de los casos, mientras que en Santutxu y Basurto la primera opción de los mayores es que están atendidos por la familia y no precisa ninguna ayuda. Y, es la segunda opción en el caso del centro. Una cuarta parte de la población mayor de 85 años vive sola, la mitad convive con cuidadores individuales, mayoritariamente mujeres de edades superiores a los 80 años, que padecen, en distintos grados, el síndrome del cuidador, y el 20% restante lo hace en núcleos familiares, que también demandan compañía para sus mayores y apoyo para la realización de tareas de tipo higiénicas esta situación corresponde a mujeres. En cuanto a la salud de este colectivo es porcentualmente mejor a la de los mayores que viven acompañados. El 19% de las patologías invalidantes recaen en personas con esta modalidad de convivencia; quizá en este sector, la salud determina la convivencia con otras personas para garantizar los cuidados.
APOYO EXTERIOR
2.172 mayores precisan algún tipo de ayuda
El 28% del total del colectivo de mayores son susceptibles de precisar algún tipo de apoyo externo. Sin embargo, algunas personas manifiestan su no conformidad con la recepción de algún tipo de apoyo alegando autonomía suficiente para manejarse ellos mismos. Según las personas que han realizado este estudio esto se debe fundamentalmente a situaciones relacionadas con el miedo a evidenciar su realidad económica, en otro caso derivadas del deterioro cognitivo propio de la edad que les impiden efectuar una valoración realista sobre sus propias necesidades o simplemente por "el bloqueo" que puede desencadenar en ellos una entrevistadora. En cuanto a las zonas destacan Uribarri, Txurdinaga y Basurto donde el grado de concentración de estos casos se sitúa en el 45%, 40% y 39%, respectivamente, sobre el total de personas censadas.
En el otro extremo se encuentra el centro de la ciudad donde solo en el 18% de los 2.053 domicilios visitados se han detectado situaciones donde las personas necesitan ayuda de los Servicios Sociales. No obstante, una cuarta parte de las personas de todos los barrios de Bilbao precisa ayuda para seguir viviendo en sus domicilios con ciertas garantías de calidad de vida. En cuanto a la edad de las personas que precisan ayuda se sitúa entre 85-89 años. Cabe destacar, que el 25% de las personas mayores de 95 años, que precisan ayuda, 46 ancianos, se encuentran en la zona centro de la capital.
ALIMENTACIÓN EN CASA
Nueve de cada diez personas asume su preparación
La preparación de comidas es asumida por el 90,5% de los entrevistados, siendo este el aspecto en el que lo mayores reconocen tener menos autonomía. Los hijos, que no conviven con sus padres, se hacen cargo, en muchos de los hogares, del aprovisionamiento de alimentos frescos o cocinados. Para estas tareas, a diferencia de las anteriores, los mayores son más permisivos con la recepción de ayuda externa. El 56% estaría conforme con que alguien les ayudase en la preparación de la comida. Esta apertura a la ayuda está muy relacionada con la jerarquía de prioridades de las personas mayores. El equipo que realizó el estudio identificó problemas aparentes de nutrición en 150 domicilios. Bajo esta denominación se engloban problemas de sobrepeso o de disminución de peso. Aspectos de tipo anímico, económico, operativos y funcionales (patologías, prótesis inadaptadas, etc.) redundan en la elaboración de dietas poco adecuadas, monótonas y deficitarias e incluso en la no elaboración de comidas. El número de personas que precisan una intervención urgente es similar a los manejados en las tareas anteriores, el 2% de los domicilios precisa un apoyo para la realización de comidas.
Las personas mayores encuestadas opinan que mayoritariamente, el 98,6%, pueden acometer las gestiones básicas relacionadas con ir al médico, recoger recetas, efectuar gestiones bancarias, realizar la compra y resolver trámites administrativos, siempre y cuando no encierren una dificultad especial. La ejecución de compras está muy condicionada por la dotación del barrio.
Existen zonas en Bilbao donde sus habitantes tienen serias dificultades para realizar sus aprovisionamientos como Ribera de Deusto, Masustegi, Altamira u Olabeaga, donde los mayores ven acrecentadas sus limitaciones para ir a las compras cotidianas. Un 29%, 625 personas, estaría "conforme" con recibir apoyo para este aspecto instrumental de la vida diaria.
OCIO
El 32% es partidario de servicios de acompañamiento
Las personas mayores se relacionan, pero de forma esporádica. La realidad es que pasan mucho tiempo solas, incluso los mayores que viven acompañados. Así, se constata, que el 64% (23) de las personas que han sido valoradas como de intervención "urgente" conviven acompañadas por: familia (5), hermana (2), hija (2), hijo (4), mujer (9), nieta (1), solos (13). Un dato significativo es que 829 mayores no se relacionan con otras personas; de estos, 180 (22%) viven solos; su intervención no es urgente, pero en el corto y medio plazo se debería emprender alguna medida que permita paliar esta situación de aislamiento. Este colectivo se muestra muy reticente con las ayudas externas. De hecho 53 no están conformes y 36 muestran dudas.
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