El trepidante latido de la calle
EL comercio es como la sangre que corre por las venas de la ciudad". La frase pertenece al discurso pronunciado ayer por el director de DEIA, Bingen Zupiria, en la ceremonia de entrega de la VII edición de los premios al comercio de Bilbao que ayer entregó Bilbaodendak en el foyer del teatro Arriaga. Dieciséis comercios del Gran Bilbao, de toda clase y condición, fueron distinguidos en una noche de alegrías, por mucho que se murmuren juramentos y oraciones juntos a las persianas de innumerables comercios de la villa. No era ayer día de llantos sino de sonrisas. No en vano, el comercio mantiene el pulso: es el trepidante latido de la calle.
La idea original y creativa de José Antonio Cayón en la tienda Al Dente del mercado de Labayru, donde la cocina italiana asienta sus reales; la idea sostenible que defienden Alfredo Iglesias, Ana Lequerica y Mikel Tordera en La tienda de Anita (C/ Conde Mirasol, 5), una pequeña empresa familiar que busca el equilibrio en la alimentación, basándose en la venta de productos procedentes de cultivos ecológicos y locales; el alarde en cuestiones de marketing que mantienen Cristina Cendoya y los suyos en Serie B, la tienda de la calle Lotería donde venden ropa, montan conciertos y organizan exposiciones o el sostén de la tradición en Óptica Jesús del Casco Viejo, donde Iker Txarroalde cedió el testigo a Ibon Txarroalde y así un suma y sigue. Creatividad, marketing, sostenibilidad y tradición, los cuatro pilares del comercio.
Ellos se llevaron de la gala dirigida por Xabier Lapitz una cosecha de laurel y racimos de aplausos, que también alimentaron el espíritu de los anteriores presidentes de Bilbaodendak, homenajeados en la gala. Así,José Carlos Ramos (desata, a su paso, olas de admiración y envidia sana… ¡es un jubilado feliz!), Arantza Matías, Javier López, Toño Foraster y Ricardo Barkala, predecesores en el cargo de Juan Carlos Ercoreca, comprobaron que su paso no se olvida. Suarquitectura en el comercio de la villa, también dejó huella.
No sería justo olvidar a Alfonso, César y Rober del bar Elvira de Basurto y sus inmejorables tortillas para llevar; a Maitane Galarraga,allá en Cultto, tienda de Indautxu; Elena Sarasola y Yolanda Martínez, quienes terremotizan Bilbao La Vieja desde el Badulake;Diego Balsategui, Oscar Verde y Katalin Pérez, emisarios de la tienda Cardenal del Casco Viejo; Conchi Torre, en nombre de Psikolan, comercio de Deusto; Alejandro Moro, regente de El zapatero de Matiko (Distrito 2, para más señas…);, Iñaki Rementería,maestro florista inigualable en la zona Hiru Auzo; Marta Velasco, que conoce los entresijos de la salud en la tienda Dietética y Masajes Ponín de Otxarkoaga; David Alonso, quien mantiene en pie, junto a los suyos, Ekogarbi en las tierras altas de Rekalde; Juan Antonio Rodríguez Martín, que ha sembrado ilusión en Santutxu con Ingenius Juguetes Creativos; Javier Ibáñez, de Foto Ibáñez, allá en Txurdinaga, y Alfredo Garrastazu, comisario jefe de Garras Jr en tierras de Zorroza. No en vano, todos ellos. comerciantes de raza, se llevaron el premio a la innovación. Sus esfuerzos y desvelos no han quedado en tinieblas.
Les aplaudieron con ganas los presentes. Entre ellos, se encontrabanJuan Mari Aburto y Jon Andoni Zarate, en nombre del Gobierno vasco; Marta Ajuria, Mariano Gómez, Beatriz Marcos, Luis Hermosa, y Alfonso Gil, como embajadores del Ayuntamiento de Bilbao; Javier Andrés, Kike Hermosilla y Jon Goikoetxea entre otros nombres propios de DEIA; Juan Carlos Landeta, en nombre de la Cámara de Comercio de Bilbao; Ana Churruca, en representación de la BBK; Carmelo Lezana (o diga El Corte Ingles…), Bittor Córdoba, poniéndole presencia a Euskaltel; la directora de Bilbao Turismo, Mercedes Rodríguez, Marcos Muro; José Ángel Iribar, Koldo Aguirre y José María Argoitia, quien hizo un juego de pies para demostrar que aún está para lucirla (la camiseta rojiblanca, quiero decir…); presidentes de diversas asociaciones de comerciantes comoSergio Etxebarria, Xabier Olmo, Ramón Irastorza, Montserrat Pérez, Manuel Herrero, Julia Diéguez, Olga Martínez, Begoña Urabayen, Marifé Martínez, Abel Charcán, Elena del Campo, Begoña de la Cruz, Javier Pastor y Ana Berta Campo, gente, toda ella, que conoce de primera mano las andanzas y desventuras del comercio de Bilbao, el mismo que bombea vida a las calles.
Fue un ir y venir de nombres propios sobre la alfombra roja, gente del comercio que, en buena medida, dan la razón, por experiencia, aDwight E. Eisenhower cuando dijo aquello de que en las batallas te das cuenta que los planes son inservibles, pero hacer planes resulta indispensable. Entre ellos se encontraban José Antonio Cayón, Rafael Bustamante, Mari Paz Irastorza, el Mago Valentín Moro, Jon Aldeiturriaga, Begoña Urtzaga, Boni García, Beatriz Badiola, María José y Lorea Isusi, Maika Otxoa, Enrique Pardo, Begoña Murgialdai, Pilar Díaz de Arranz, David Padró, María Loizaga, el diseñador Oscar del Hoyo, Rakel Beza, Juan Mari de la Torre, Marta González, Alfonso Gea, Emaitz Anton, Igor Arrien, Nekane Arostegi, Jorge Aio, Olga Zulueta y otra mucha gente que se mueve alrededor del comercio y los imprevistos que surgen en el día a día.
Ahora, cuando cae sobre muchos de ellos, la lluvia de la incertidumbre, cobra más verdad que nunca aquello que dijo el autor de El principito,Antoine de Saint Exupery: "el hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo". Están las cosas para hacer un pronóstico certero. Es más, voy a atreverme: puede pasar cualquier cosa.
Últimos comentarios