«Cogió algo como un loco, se lo quité enseguida y era tocino con alfileres»
El mejor amigo del hombre vuelve a estar en el punto mira de algún desalmado. El pasado miércoles, un nuevo cebo con alfileres hacía saltar las alarmas en un parque de Otxarkoaga. En esta ocasión, la víctima fue un pequeño cocker de 4 años al que su dueño Ander sacó a pasear por la noche. Cuando caminaba por la calle Larratundu, la mascota, de nombre ‘Dexter’, comenzó a tirar de la correa hacia un jardín. «Lo llevaba atado, pero estaba como loco». En una de sus acometidas, el dueño le permitió ir más lejos y «cogió algo del suelo», indicó Ander. «Se lo quité enseguida de la boca y era un trozo de tocino con un alfiler metido dentro».
El hallazgo dejó estupefacto a Ander, que trató de localizar más trozos de tocino, pero no encontró ninguno más. «Si había más, igual lo ha cogido algún perro», indica este joven de 30 años, que junto a su pareja Laura, están «preocupados» por la sucesión de casos registrados en los últimos meses. «Habrá sido algún sinvergüenza», apuntaban con disgusto.
Ander y Laura, que residen en Otxarkoaga, no han llevado a ‘Dexter’ al veterinario porque no tiene síntomas de malestar. Creen que actuaron a tiempo, aunque mantienen la vigilancia sobre su mascota. «No sé si el tocino era más grande y ha llegado a comer algo, por eso estoy preocupado», indicó el joven. La pareja se ha planteado denunciar los hechos, «pero no va a servir de nada, sólo nos van a marear», señala Ander, que conserva el trozo de tocino «por si acaso». Ante estos hechos, los dueños de ‘Dexter’ piden «más vigilancia» y que se coloquen «avisos» para que otros propietarios «sepan lo ocurrido».
El de Otxarkoaga no es un caso aislado, ya que se han denunciado hechos similares en otros lugares de Bizkaia. El pasado 2 septiembre, María Hava, vecina de Basauri, denunciada que ‘Tyra’, su perra west highland terrier, se había lanzado sobre un pedazo de chorizo con alfileres en Basauri. «Me di cuenta de que la perra comía algo, le metí la mano en la boca y saqué un trozo de embutido», explicó la dueña del can. María acudió a urgencias veterinarias y presentó una denuncia tras comprobar que la perra no tenía nada.
Como ‘Dexter’ y ‘Tyra’, decenas de perros sufren heridas e incluso la muerte por las prácticas de algunos vecinos sin escrúpulos. El pasado mes de junio, varios perros resultaron heridos por comer salchichas repletas de clavos en Durango. Los malhechores incluso llegaron a cocinar los alimentos para que resultasen más sabrosos al paladar de los animales. ‘Parche’, una de los canes afectados, tuvo que ser operado por haber ingerido hasta 9 clavos. Lo mismo sucedió con ‘Amy’, que se tragó dos agujas.
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