“El sector industrial es el que nos va a sacar de esta situación”
Lleva seis años al frente del Centro Formativo Otxarkoaga, pero los recuerdos de Javier Laiseca se remontan a mucho antes. Su andadura en el colegio comenzó hace 32 años, mientras Bilbao se sobreponía a las terribles inundaciones de 1983. Durante la crecida, las instalaciones sirvieron para cobijar el ganado de caseríos adyacentes y, poco después de ser limpiado, entraron a robar y prendieron fuego a un coche del taller de carrocería. “Me acuerdo de una escuela pequeña, con muy pocos medios y en una situación precaria que, sin embargo, tenía un gran espíritu de trabajo en equipo. La clave del éxito para salir de aquella situación creo que fue tener las ideas muy claras”, considera Laiseca.
Los logros obtenidos fueren producto de un proyecto metodológico novedoso en el que destaca una enseñanza muy individualizada. “Intentamos que cada alumno fuera el centro de la actividad y, por lo tanto, no había alumnos, sino que estaban Pedro, Juan, Ramón… En aquel momento eran todo chicos”, puntualiza. Las mujeres llegaron más tarde, cuando implantaron la Logse y a su vez comenzó a impartirse la ESO, lo que llevó a una transformación integral del centro a principios de los 90.
Desde entonces, el centro diocesano de educación integral “ha evolucionado a base de tesón, mucho esfuerzo del personal y la consolidación de soluciones pedagógicas a distintos colectivos de alumnado”. Actualmente, además de la Educación Secundaria Obligatoria, se imparte Formación Profesional Básica y de Grado Medio, Sección de Aprendizaje de Tareas (SAT) para alumnos con necesidades educativas especiales -vinculadas a alguna discapacidad- y Educación Permanente de Adultos (EPA). “Atendemos alrededor de 700 alumnos en educación reglada y en torno a 500 alumnos en educación no reglada”, explica el director de la escuela donde también se ofrecen cursos de formación ocupacional para trabajadores en paro o para trabajadores en activo. Según Laiseca, “la escuela abre a las 8.00 de la mañana y cierra a las 10.00 de la noche. Esa es una de las razones para que podamos mantener unas instalaciones como las que tenemos”.
SECTOR INDUSTRIAL El centro progresa en consonancia a los tiempos cambiantes que se viven. De ahí se desprende que la tasa de inserción laboral, que en épocas de bonanza llegó al 98,2% ahora esté en torno al 70%. “Varía en función del comportamiento del mercado, es el fiel reflejo de lo que está ocurriendo en la sociedad”, evidencia Laiseca. Asimismo, los cursos que se imparten están “cada vez más alineados con las posibilidades de empleo y con las necesidades de los trabajadores en activo de adquirir nuevas competencias para mantener sus empleos”.
En palabras del director de Otxarkoaga, si por algo destaca el País Vasco es por sus centros de formación industrial, “que son un referente a nivel europeo”. Según Laiseca, “el sector industrial ha sido el que nos ha permitido alcanzar las cotas de bienestar que hemos disfrutado”. Por ese motivo, opina que en tiempos de crisis global “es la industria la que nos va a sacar de esta situación”. De esa idea se deriva su firme apuesta “por el impulso al conocimiento que existe en los centros y en las empresas”, una apuesta esencial para que dichos elementos “confluyan en una reactivación económica que permita salir adelante”.
De acuerdo a su trabajo en dicha labor, el Centro Formativo Otxarkoaga lleva años recogiendo los frutos de su esfuerzo a modo de reconocimientos varios, ya sea por innovar en los planes metodológicos y educativos, por estar en la vanguardia pedagógica o por implementar sistemáticas de gestión renovadoras. Con todo, su mayor reto consiste en estar atentos a las necesidades de los alumnos, que funcionan como manifiesto de la realidad del entorno social.
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