Los mayores se toman un descanso activo por vacaciones

A las ocho de la mañana de un martes cualquiera suena el despertador en casa de Mª Ángeles. Sin desayunar, se enfunda su chándal y pone rumbo al gimnasio de Otxarkoaga al que va todos los martes y jueves de nueve a diez. Mª Ángeles tiene 81 años y lleva veinte participando en el programa Envejecimiento saludable, que organiza el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. Ayer, cerca de 800 personas, que llevan la misma rutina de Mª Ángeles se juntaron en El Arenal para despedir el curso, ya que han llegado las vacaciones estivales.

Allí estaba también Mª Ángeles, quien, apasionada de la vida activa, ha llegado a contagiar la necesidad de hacer deporte a sus propios nietos. Junto a ella, se encontraba José Fernández, que acude a otro de los 22 centros que entran dentro de este proyecto. Su rutina comienza ayudando con las labores del hogar para más tarde, a las doce, acudir al punto más cercano del programa. La decisión de comenzar a hacer deporte hace unos años coincidió con su jubilación; desde ese momento, acude al polideportivo dos horas a la semana, además de realizar actividades físicas en casa.

Envejecimiento saludable se lleva desarrollando desde hace más de tres décadas de manera gratuita para personas mayores de 65 años. Este curso, lejos de no suscitar expectación, ha contado con más de 3.000 participantes, con una media de edad que ronda los 79 años, divididos en 88 grupos, y de los cuales el 86% son mujeres. Cada grupo está dirigido por un monitor cualificado que dinamiza las actividades con la supervisión del personal médico y de Enfermería del Área de Salud y Consumo.

Ibon Areso, alcalde de Bilbao, y el concejal delegado de Salud, Mariano Gómez, no faltaron a la celebración de fin de curso, que comenzó a las 10.30 horas. El sol y las altas temperaturas no impidieron a los asistentes acudir con ropa deportiva y participar en las distintas actividades que un grupo de monitores les iban proponiendo. No obstante, a fin de evitar posibles insolaciones, se tomó la precaución de realizar todos los ejercicios a la sombra. La visita de Areso no pasó inadvertida y los presentes aprovecharon para despedirse del alcalde que pronto abandonará el Ayuntamiento.