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Articulo de periódico Heraldo de Aragon
Épila imagina un futuro mejor
Un robo detrás de otro. Esta es la situación que llevan viviendo en Épila desde hace algunos años. “El problema de los robos, que descendió bastante durante todo el año pasado, volvió a resurgir a finales de diciembre”, explica José María Simón, presidente de la Asociación de Vecinos de Épila. Según los datos que manejan, aportados por la Guardia Civil, de marzo a mediados de diciembre de 2014 solamente se habían producido 7 robos y en el mes de enero se contabilizaron 17.
Con estas circunstancias, el Ayuntamiento de la localidad decidió poner remedio. “La vía judicial funciona perfectamente, pero vimos que no era suficiente para solucionar los problemas que tenemos en la localidad, por lo que decidimos poner en marcha el proyecto ‘Imagina Épila’”, sostiene Jesús Bazán, teniente de alcalde del municipio. Esta iniciativa pretende lograr el máximo consenso social para diseñar estrategias y actuaciones que conduzcan a la mejora de la convivencia del municipio.
“Es algo totalmente pionero en Aragón, aunque ya se ha desarrollado en otras ciudades como Chicago, Buenos Aires o Londres”, subraya Bazán. El ejemplo más cercano se encuentra en el barrio Ocharcoaga de Bilbao, que comenzó su propio “imagina” en 2008. En solo cinco años consiguieron la implicación directa de todo el tejido asociativo y de cerca del 40% de la población total del barrio. Ahora, continúan trabajando para conseguir mejorar su barrio.
“Esta es la línea que pretendemos seguir”, asegura Bazán. Por eso, en julio del pasado año se produjo la primera reunión entre el Ayuntamiento, FAGA (Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón), Plataforma Epilense Basta de Robos, Asociación de Vecinos y Servicios Sociales. “Todo el proceso ha sido gestionado por la Asociación CEFYMED, que es la que nos ha ayudado a marcar las primeras líneas de actuación”, puntualiza.
Durante estos meses han llevado a cabo un total de cuatro reuniones. “Han sido muy positivas porque nos hemos dado cuenta de que todos pretendemos lo mismo: mejorar la convivencia en Épila”, señala Simón. Entre los diferentes temas que se abordaron estuvo la conservación de espacios públicos, respeto hacia las personas, robos, gente que vive sin luz ni agua y se engancha a la municipal, etc. “Todo el mundo tenemos derecho a una vivienda digna, luz y agua, si no se puede, lo que hay que hacer es acercase al ayuntamiento o las asociaciones e intentar buscar alternativas”, sostiene Simón.
En este camino se encuentran en la actualidad. Por eso, para dar a conocer el proyecto ‘Imagina Épila’ se propuso la restauración de la plaza de Segontia. “Estaba destrozada por el vandalismo, pero gracias a la colaboración de un gran número de vecinos se ha conseguido arreglarla y que los niños puedan volver a jugar en ella”, recalca Simón. También contaron con la ayuda del Ayuntamiento que cedió la maquinaria necesaria, arregló el alumbrado y replantó las zonas verdes cercanas. “Fue sorprendente, realmente no esperaba que viniera tanta gente, de diferentes edades y etnias”, sostiene.
Este miércoles ha comenzado la segunda fase
Para continuar, es necesario que cada vez se vayan anexionando más colectivos y también más vecinos individuales. «En total a la reunión de este miércoles estuvimos más de una treintena de personas personas de diferentes colectivos educativos, sanitarios, etc.”, recalca Simón. Otra de las peculiaridades de este municipio es la gran diversidad cultural con la que cuenta. “Hay unas veinte nacionalidades diferentes”, puntualiza Simón. Y algunas de ellas ya están representadas en ‘Imagina Épila’ como es el caso de la asociación gitana.
“Queremos que toda la localidad participe puesto que la idea es que cada uno pueda aportar su pensamiento y en vez de echarnos cosas a la cara, conseguir dialogar y mejorar la situación general”, destaca Bazán. Al mismo tiempo, reconoce que hay que ser realista. “Es un trabajo de fondo, tardaremos un poco en llegar a todo el pueblo y empezar a tomar actuaciones determinantes, pero lo importante es que vayamos avanzando en la senda de la convivencia”, recalca.
Se han organizado diferentes grupos de trabajo para que en las próximas citas (12 y 26 de marzo, 16 de abril y 7 de mayo) cada uno se ponga a trabajar en una mesa de trabajo diferente. “De este modo, se puede empezar a trabajar con las diferentes líneas que ya enumeramos en las anteriores sesiones”, sostiene Simón. Además, ya se están planteando otras iniciativas populares como la llevada a cabo en la plaza de Segontia. “Estamos pensando en hacer alguna limpieza de calle o de la zona de Los Cabezos”, afirma Simón.
Los derechos de los ciudadanos son directamente proporcionales a su compromiso de convivencia, lo que resulta del respeto a la diversidad y pluralidad de las personas, asi como una escrupulosa atención a las necesidades del conjunto de ciudadanos reunidos en torno a un barrio, pueblo,ciudad o cualesquiera que fuese el entorno social de convivencia.
Ahora bien, si en el proceso de construcción identitaria del hábitat común, hay elementos que por las causas que fueren, no se adaptan a la convivencia social y el respeto a los valores comunes de su entorno inmediato, y exigen ademas ser beneficiarios de los derechos y privilegios que se adquieren al aceptar las normas de convivencia social, saltando por encima de las obligaciones y responsabilidades que el ser social demanda, es entonces cuando la administración en su papel de gestor y garante de los derechos ciudadanos, tiene que intervenir ante el deterioro de la calidad de vida del mayor porcentaje de ciudadanos afectados.
Evitar el discurso populista y oportunista de la critica hacia un determinado colectivo, que se aferra y manipula su sentimiento de marginalidad para enseguida alzar voces de xenofobia y racismo, frente a los argumentos conciliadores y de búsqueda de soluciones que los ciudadanos perjudicados ofrecen generosamente, es la tarea mas delicada de situaciones como las de Otxarkoaga y todos los barrios y pueblos, en los que la prepotencia de los marginales chantajea «democráticamente» al resto de los ciudadanos.
La convivencia se construye con la participación de quien desea convivir con sus semejantes en un entorno de respeto y solidaridad reciproca, pero quien se excluye por el motivo que sea, ha de ser tratado como un «punto critico» en una trayectoria de socialización y convivencia, y como todo punto critico en un proceso de construcción, corregido y amputado cuanto antes, por el alto riesgo de convertirse en un factor determinante, a la hora de superar deficiencia mas importantes en la consecución de elevados standard de calidad de vida que por derecho propio le corresponde a cualquier ciudadano.
Un saludo.
M.A