El renacer de Pepe y el triste cedro de Cáceres
Llegué a dudar si saldría vivo. Estuve cuatro meses en el hospital con dolores terribles, para los que me daban morfina. Cuando ya salí para adelante, la cirujana que me operó me dijo que tenía que cambiar en el DNI la fecha de nacimiento, porque de cien casos como el mío más de 90 se mueren», así cuenta Pepe Extremadura, en la Redacción del Diario HOY, las penurias que ha pasado desde finales de octubre del año pasado, cuando ingresó en el hospital de Bilbao por una sepsis, una infección generalizada severa, una enfermedad que envenena la sangre y afecta a órganos vitales. Tras su estancia en el hospital tuvo varias recaídas, no pudiendo volver a Cáceres hasta hace una semana. Entre la gente que iba a visitarle y le daba ánimos recuerda al coronel de la Guardia Civil José Ángel Giro, que fue jefe de la Comandancia de Cáceres; a Carlos Zubiaga, cantante de Mocedades, y Sergio Blanco, del grupo Sergio y Estíbaliz, que murió el 15 de febrero de este año, de un cáncer de páncreas, con 66 años, «era increíble, él estaba bien jodido y no paraba de darme ánimos. ¡Qué buena persona!».
Pepe Extremadura agradece todas las muestras de cariño que ha recibido, «lo que he aprendido con esto, es que la vida es algo irrepetible y, por eso, hay que andar por ella tratando de no perderse nada de los que nos ofrece».
Este año volverá a ser el rey Baltasar de la asociación de vecinos de Los Castellanos, y estará el 6 de enero con los poetas que homenajean cada año a Gabriel y Galán, «me gustaría mucho cantar ‘Gracias a la vida’, pero aún no puedo».
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