Bilbao aporta 900.000 euros a la accesibilidad de la villa
El Ayuntamiento de Bilbao ha dispuesto una partida anual de 900.000 euros destinada a la subvención de obras para eliminar barreras arquitectónicas y construir ascensores. Además, se ha comprometido a revisar los criterios de la convocatoria de subvenciones para ampliar el número de comunidades que pueden optar a recibir estas ayudas. “Con ello queremos dar otro paso más hacia ese futuro sin barreras y hacia esa ciudad amable para con toda la ciudadanía”, señala Asier Abaunza, concejal delegado de Planificación Urbana. En el último mandato se han beneficiado de estas ayudas 11.820 viviendas de Bilbao.
En los últimos años, la villa ha dado grandes pasos en materia de accesibilidad. Sin embargo, “el camino para alcanzar una ciudad sin barreras e inclusiva es muy largo y tenemos que seguir trabajando por ese objetivo”, defiende el concejal.
Entre 2006 y 2014 se han concedido ayudas para la instalación de ascensores por un monto total de 3.520.582 euros y además se ha subvencionado en ese mismo periodo la supresión de barreras arquitectónicas con un presupuesto total de 1.753.425 euros. Solo considerando las ayudas concedidas durante el pasado mandato (2011-2015) se han beneficiado de estas ayudas 11.820 viviendas de Bilbao.
Entre los beneficiarios se encuentran, según explica Abaunza, “muchas familias para las que la eliminación de estas barreras supone poder desarrollar una vida autónoma sin depender de la ayuda de terceras personas y, lo más importante, evitando que los domicilios se conviertan en celdas de reclusión de personas con problemas de movilidad que no pueden hacer frente a las escaleras de su propio portal”.
En el caso de los edificios particulares, desde el Ayuntamiento de Bilbao se ayuda a las comunidades de propietarios a través de subvenciones tanto a la implantación de ascensores como a la eliminación de barreras arquitectónicas. Abaunza cita el caso del barrio de Otxarkoaga, donde se han aprobado planes especiales de ayudas destinadas a la instalación de ascensores en el barrio, a consecuencia de las circunstancias socioeconómicas de su población y del mayor coste de las obras al realizarse la instalación por el exterior del edificio.
De hecho, se cede el suelo público necesario para construir estas estructuras exteriores cuando así se requiere y se mantiene la ayuda económica preferente para hacer frente a las inversiones. Las ayudas destinadas a la instalación de ascensores exteriores en este barrio, que incluyen los honorarios por la redacción del anteproyecto conjunto cuando sea exigido y las obras de instalación del ascensor, han ascendido en 2014 a la cantidad de 164.650 euros, un 27,45% del total concedido.
La filosofía con la que Abaunza dirige su área está encaminada a buscar soluciones al envejecimiento de la población y a las necesidades que el colectivo de mayor edad tiene en materia de accesibilidad en general, en los servicios públicos, en los barrios y en los propios domicilios. Además, el edil de Planificación Urbana explica que “hemos heredado unas ciudades que se diseñaron y desarrollaron en épocas en las que la discapacidad no era tenida en cuenta y el diseño accesible universal era una entelequia. Las ciudades se hacían pensando en los coches y ni siquiera los peatones eran bien considerados”.
Para dar la vuelta a este diseño tan poco humanista, a lo largo de las últimas décadas el Ayuntamiento ha desarrollado diferentes acciones “encaminadas a corregir los errores del urbanismo desarrollista de la dictadura”. A consecuencia de estas intervenciones, se han mejorado las urbanizaciones de muchos barrios de la ciudad como Otxarkoaga, Basurto, Monte Caramelo o Betolaza, entre otras obras de accesibilidad. Abaunza señala que estas mejoras “han supuesto en la mayoría de los casos la ampliación de las aceras, la mejora de plazas y jardines con más zonas infantiles, y la consolidación de los núcleos sociales y comerciales de cada barrio, los denominados Corazones de Barrio”.
Según apunta el concejal, “por encima de todas estas acciones hay un concepto transversal que se ha ido desarrollando en nuestra villa: la accesibilidad universal. Esta premisa se ha mantenido como una máxima en el diseño de nuevas zonas estanciales y de paseo, en la adquisición de nuevos medios de transporte público, en la implantación de elementos mecánicos públicos y en la eliminación de barreras arquitectónicas tanto en vía pública como en edificios particulares”.
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