Observatorio de la Convivencia :Un total de 84 casos, en manos del Ayuntamiento
En 2015, el Ayuntamiento de Bilbao tuvo que dar respuesta y actuar ante 84 casos relacionados con problemas de convivencia en Bilbao. Muchas de estas intervenciones ya se habían iniciado en años anteriores, y continuaban en 2015. Según explica Retolaza, “84 casos no quiere decir que todos sean distintos entre sí”. Es decir, en una misma familia, las diversas riñas y trifulcas pueden crear más de una intervención.
Normalmente el Equipo de Gestión de Conflictos ya tiene identificadas a las personas que crean estos problemas de convivencia, aunque no se da en todos los casos. Su labor es mediar entre las partes implicadas y poner freno a la situación para que la zona en la que se desarrollan dichos problemas no acabe siendo percibida como insegura para el resto de la ciudadanía. En definitiva, tal y como argumentó Retolaza, “lo que intentamos es hablar con todo el tejido asociativo; los propios consejos del distrito, información policial, denuncias que puedan haber…”. Es decir, una vez que el problema se ha dado o alguien se lamenta de la convivencia, se trata de recoger toda la información posible. Además, el Observatorio de la Convivencia también lleva a los diversos barrios a sus educadores, “ven y observan”, explica. Después, toman notas y todos juntos dilucidan cuál es la situación real que sufre el barrio o la calle. Porque, en resumidas cuentas, no todo es lo que parece. Al menos así opina la responsable del Observatorio, quien reconoce y matiza que “es verdad que tenemos puntos muy calientes en Bilbao, pero también tenemos otros puntos que parecen muy calientes y, en realidad, no lo son. Y es que no lo son, y no hay problemas”.
INSEGURIDAD Muchos de los casos en los que han tenido que trabajar se deben a sensaciones de inseguridad; una percepción “individual y totalmente personal”. En muchas ocasiones el hemos oído que juega un papel fundamental. Las cosas no son como parecen, pero aun así poseen fuerza suficiente como para asustar a la ciudadanía, tal y como opina Ane Retolaza.
“Si a alguien le pasa algo que no vaya contándolo, que nos llame, que nos lo cuente, pero de verdad”, pide. “Siempre decimos lo mismo: no digáis quiénes sois, solo decid, en este momento está ocurriendo esto aquí. Pero… nada. No obtenemos respuesta”. “Mandamos a nuestra gente a esos sitios donde se supone que hay inseguridad; van a diferentes horas, pero no vemos nada y tampoco nos llaman. Resulta que la gente se queja de ciertas zonas de Bilbao, parece que es el Bronx… pero a ver, ¿dónde está? Si nosotros no vemos nada, ni la policía, ni el agente… si nadie ve nada… Hay que ser conscientes de que lo que unos van diciendo a otros hace mucho daño”.
No obstante, muchos de los casos sí son reales y no son fruto de la rumorología. Por eso, resulta un factor clave poner al Consistorio en preaviso de lo que ocurre, aunque solo sea para sentirse más arropado. Es el caso de Otxarkoaga. El Observatorio tuvo que trabajar para lograr una convivencia adecuada, y en la actualidad no ha bajado el ritmo. A día de hoy no se desarrolla el problema convivencial de antaño, pero, no obstante, desde el Consistorio no bajan la guardia y continúan sus revisiones periódicas para asegurarse de que todo sigue, al menos, con una normalidad que no impida una convivencia vecinal.
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