Solidarios con el barrio
Desde el año 2010, el programa Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios, un programa organizado por el Campus de Bizkaia de la UPV/EHU y el Ayuntamiento de Bilbao, ofrece a estudiantes de posgrado la posibilidad de conseguir un alquiler económico durante el curso académico a cambio de participar en la revitalización y la mejora de los barrios bilbaínos de Otxarkoaga y Bilbao La Vieja. Oihane Pildain y Pablo Domínguez son dos de los 45 estudiantes que participan en este programa durante el presente curso, y están encantados con la iniciativa.
De las 18 viviendas ofertadas para el presente curso 2015-2016 para estudiantes de la UPV/EHU, 9 están ubicadas en Otxarkoaga, y están ocupadas por 18 jóvenes en régimen de alquiler compartido. Los 9 pisos restantes se encuentran en la Plaza Corazón de María y en la calle Cortes, en el barrio de Bilbao la Vieja. Los estudiantes, además del precio simbólico del alquiler (55 euros), comparten los gastos de luz y agua. El requisito para poder optar a uno de estos alquileres es ser menor de 35 años y estar matriculado en algún título de posgrado.
Oihane Pildain es de Arrasate (Gipuzkoa), titulada en trabajo social y actualmente estudia el Máster en Globalización y Desarrollo que imparte el Instituto Hegoa de la UPV/EHU. Pablo Domínguez es de Sevilla (Andalucía), ha estudiado sociología y ciencias políticas, y actualmente cursa el Máster de Modelos y Áreas de Investigación en Ciencias Sociales en Leioa. Ambos comparten junto con una tercera compañera uno de los pisos de Otxarkoaga de las Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios.
«La acogida que hemos recibido por parte del barrio ha sido genial. Se nota que ya han pasado otros estudiantes por este programa y que han dejado una huella positiva», señala Pablo. «De hecho -recuerda Oihane-, nos estaban esperando. El día en que llegamos, se decían unos a otros: ‘¡Ya han llegado los estudiantes!’. Y venían para conocernos».
La principal característica de esta iniciativa es que, además de facilitar un alquiler económico a estudiantes de posgrado, su objetivo es fomentar la cultura cívica a través de la integración y participación de estos jóvenes universitarios en la vida del barrio, compartiendo valores y hábitos de convivencia. Por eso, los estudiantes deben dedicar al menos 4 horas semanales de trabajo social en el barrio, fuera de su horario académico. «No lo tomamos como una contraprestación, ya que es una actividad que nos integra en el barrio y nos hace partícipes de su manera de vivir», asegura Oihane.
Tareas sociales
Pablo desarrolla su tarea social en el IES Txurdinaga-Artabe, un instituto que cuenta con un alto porcentaje de fracaso escolar. «Participo en una comunidad de aprendizaje, con jóvenes de alrededor de 16 años, en el que se fomenta el trabajo en grupo, la convivencia, la reflexión… Proponemos debates sobre temas de actualidad en grupos reducidos, realizamos tertulias literarias… Es muy interesante. El centro lleva ya dos años desarrollando esta labor, y los resultados son muy positivos».
Oihane, por su parte, participa en dos programas que desarrolla Cáritas en este barrio: Txikileku y Txaloka. «Txikileku es una especie de pequeña guardería, dirigida a niños y niñas de 0 a 3 años de edad, que funciona por las mañanas, cuando las madres van a cursos de formación. Y Txaloka es un espacio de apoyo socio-escolar, para jóvenes de entre 10 y 14 años de edad que estudian en el Modelo D, en euskera, para ayudarles con las tareas de clase. Pero no son solo clases particulares; tiene una parte de deberes y otra parte lúdica, ya que también trabajamos la parte emocional y afectiva».
Los resultados son muy positivos, ya que la labor de estos estudiantes trasciende del ámbito escolar a la cotidianeidad del día a día. Según indica Oihane, «es muy satisfactorio ver que nuestro trabajo es beneficioso para el barrio y que ellos, realmente, perciben que eso es así». «Los padres y las madres se preocupan mucho de cómo van sus hijos e hijas en clase, y nos lo preguntan cuando nos cruzamos con ellos por la calle. Es una relación muy cercana», asegura Pablo.
Estos dos jóvenes solidarios también nos hablaron de los prejuicios que hay en torno a estos dos barrios. «Para conocer cuál es la realidad de cualquier lugar, solo tienes que acercarte y darte una vuelta por ese lugar. Y en el caso de Otxarkoaga y Bilbao La Vieja, los prejuicios y estereotipos acaban cayendo por su propio peso nada más llegar. Son barrios desfavorecidos, pero con gente muy amable», aseguran. «De hecho, nos encanta hacer vida de barrio: hacemos las compras en un comercio de aquí al lado, muchas veces salimos a tomar algo por el barrio, acudimos al teatro o a otras actividades que se organicen por aquí…».
El programa tendrá continuidad
Debido a su éxito, el programa Viviendas Municipales de Bilbao para Jóvenes Solidarios tendrá continuidad durante el próximo curso 2016-17. Será ya la séptima edición. El plazo para la presentación de solicitudes se abrirá a mediados del mes de julio, y toda la información estará disponible en la página web del Campus de Bizkaia: http://www.ehu.eus/bizkaia
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