Bilbobus analizará si la apertura de la línea 3 implica cambios en 10 itinerarios
La apertura de la línea 3 del metro se asoma al final del túnel. El Ayuntamiento de Bilbao sabe que su puesta en marcha el próximo 1 de abril repercutirá en el transporte urbano de la villa, sobre todo de Bilbobus, el servicio municipal de autobuses. Por ello está trabajando ya en el análisis de cuáles van a ser las repercusiones exactas del recorrido ferroviario subterráneo para tomas medidas, si es necesario. Alfonso Gil, teniente de alcalde y concejal de Movilidad y Sostenibilidad, concreta que van a tomar decisiones, “siempre y cuando haya que tomarlas, y siempre con los números en la mano”.
Su director de Movilidad, Enrique Urkijo, ya indicó a DEIA en un entrevista publicada el pasado mes de mayo que “cuando entre en servicio la línea 3 o se desarrolle el anillo tranviario”, el servicio de Bilbobus “se replegará para mover más masa crítica y nosotros daremos servicio en otras zonas de la ciudad”.
El plan es el siguiente: los técnicos del área estudiarán todos los datos de viajeros que arroje Bilbobus tres meses antes de la inauguración de los convoyes de Euskotren y tres meses después. Con esos datos y analizando también las estadísticas del pasado año en los mismos periodos de tiempo, se hará un análisis comparativo y se tomarán las medidas oportunas.
De los 44 itinerarios que a día de hoy conforman la red de Bilbobus por la capital vizcaina son 10 los que pueden ser susceptibles de perder clientela que se trasladaría al recorrido ferroviario que gestionará Euskotren. En concreto son nueve recorridos diurnos y un gautxori, el G2 que conecta Otxarkoaga con la plaza Biribilla, los que serán analizados.
Algunas de estas líneas, las 03 y 13, coinciden prácticamente en trayecto con la conexión que va a facilitar la línea 3 ferroviaria en su recorrido desde Otxarkoaga y Txurdinaga hasta la zona de Matiko y el puente de La Salve o hasta la estación intermodal de Casco Viejo, que conectará las tres líneas del metro. Otra línea, la 34, conecta directamente Otxarkoaga con el barrio de Santutxu y la actual parada de metro con el mismo nombre, y la 62 une la zona de San Mamés con Arabella.
En declaraciones a DEIA, Alfonso Gil es prudente y no se atreve a asegurar que vayan a producirse cambios radicales. En este sentido, indica que “a priori puede parecer que repercutirá el servicio del metro”, pero prefiere esperar a las conclusiones del estudio.
Gil recuerda cómo “cuando se inauguró el metro en 1995 también se creía que la línea que unía San Ignacio con el centro iba a desaparecer y, sin embargo, no perdió pasajeros”. Las razones son varias para que no se produzca ese traspaso de usuarios de un modo de transporte a otro. “Hay gente que no quiere bajar al túnel, otros que prefieren el autobús por sus recorridos más prolongados o que se acercan más a su destino”, expone el edil socialista.
En todo caso, si las cifras arrojan necesidad de cambios se tomarán, ya que “Bilbobus no es un servicio intensivo y sí de proximidad, por lo que, lógicamente, adoptaremos medidas que ahora no podemos ya que los dineros son los que son”, comenta el teniente de alcalde.
EXCEDENTES A OTRAS LÍNEAS
Los posibles excedentes, tanto de personal como de autobuses, serán utilizados para dar servicio en otros recorridos sobre los que constantemente llegan peticiones al Ayuntamiento desde asociaciones de vecinos. “Podemos ampliar frecuencias en algunas líneas o alterar recorridos para cubrir zonas a las que ahora no llegamos”, apostilla.
También aporta un dato económico para ubicar lo que supone ampliar el servicio de Bilbobus. “Cada vez que ponemos un autobús para aumentar la frecuencia de una línea cuesta a los bilbainos 300.000 euros al año, una cantidad importante”, concreta.
Lo que deja claro Alfonso Gil es que los cambios que se puedan acometer tendrán lugar a partir del mes de septiembre. El área de Movilidad y Sostenibilidad aprovechará la Semana de la Movilidad Europea, que Bilbao celebra cada año, para introducir las modificaciones precisas y otras actuaciones por cerrar. Gil concreta que “en esa semana tomaremos medidas también con respecto al Plan de Movilidad Urbana Sostenible en el que estamos trabajando”. El responsable del área espera poder poner en marcha actuaciones que se están concretando ya en el proceso de reflexión ciudadana, de asociaciones y profesionales del sector que se están llevando a cabo en todos los distritos en Bilbao. A esta información se le añadirán todos los estudios técnicos que se están efectuando en el marco del plan para conseguir una movilidad sostenible.
“Vamos a juntar ambas cuestiones para en la medida de lo posible optimizar los recursos y los servicios a partir de septiembre”, expone.
Gil quiere dejar claro que los hipotéticos cambios que puedan efectuarse “no van a causar problemas laborales en ningún caso”. El edil desveló a DEIA que a finales de este mes tiene pendiente una reunión con el comité de empresa de Beobide, la empresa que gestiona Bilbobus, que ha sido recientemente elegida. “En el orden del día del encuentro está la repercusión en el servicio de la entrada de la línea 3 y les expondré nuestras intenciones. Lo que está claro es que el área no va a hacer nada que no esté justificado con datos, no se van a tomar medidas arbitrarias sino con datos comparativos en la mano”, finaliza.
Creo q la linea del 03 y 34 aunque coincida con el recorrido de la lanzadera es necesarios dejarlos pq nos dejan arriba de arbolantxa y el 34 nos deja tb arriba del barrio cosa q ka oinea 3 del metro no llega y nos quita muchas cuestas para la gente mayor o con problemas de movilidad ya que aun asi el barrio necesita mas mejoras para estas personas
Totalmente de acuerdo con el comentario anterior. Gracias mantenganlas.