Gago: “Me quedé hundido, pero ahora estoy anímicamente al 100%”
El próximo 4 de febrero, Andoni Gago vuelve a subirse al ring. Será en el frontón Bizkaia, frente a un ‘viejo rockero’, el venezolano afincado en Valencia Lorenzo Parra (38 años), todo un excampeón mundial. La pelea, pactada a ocho asaltos, no es una más para el pluma de Otxarkoaga, ya que aún colea el sorprendente exceso de kilo y medio detectado en el pesaje previo al combate que tenía programado el 17 de diciembre frente al francés Sofiane Takoucht. Aquello le impidió afrontar el pleito y Gago quiere quitarse ese mal sabor de boca.
¿Cómo llega al combate del próximo día 4?
Muy bien físicamente, preparado y concienciado cien por cien para darlo todo y que la gente disfrute.
Viene de caer derrotado en su última pelea ante Viorel Simion en Bucarest y de no poder saltar al ring en otra posterior por exceso de peso. ¿Lo ve como un paso atrás en su carrera boxística?
Lo de la derrota en Bucarest, no. Dimos la cara e hicimos un buen papel. Viorel fue un gran rival, que supo leer bien nuestra forma de pelear y salimos derrotados, pero contentos. Lo del peso, sí. Me sentí decepcionado conmigo mismo y ahora estoy centrado en dar alegrías a la afición otra vez.
El día de la velada, el pasado 17 de diciembre, salió al ring a dar la cara y pedir disculpas a la afición…
Siempre hay que hacerlo así porque ellos se lo merecen y qué menos que agradecer su apoyo, decir que lo siento de corazón y que no va a volver a pasar.
¿A qué achaca aquel notable exceso de peso, de en torno a un kilo y medio de más en una categoría, la del pluma, que tiene como límite los 57,152?
Lo que pueda decir va a sonar a excusa. Aquí es descanso, comida y entreno y la primera parte no la hice bien. Estuve durmiendo poquísimo, no comía casi nada, pero no quemaba lo que tenía que quemar. No lo vi y punto. En mi conciencia queda y bastante marcado está.
En algunos foros se habla de la pelea de dentro de siete días contra Parra como un examen importante después de lo vivido. ¿Cómo la afronta en ese aspecto?
Como cualquier pelea, serio y preparado. Cualquiera que se suba a un ring te puede poner en el piso y más un excampeón de mundo. Aunque venga en sus horas bajas y no esté en su mejor momento, sabe mucho, tiene muchísima experiencia y vamos a fuego con él.
¿Pero no es más importante después de ese paso atrás del que hablaba anteriormente?
Sí, claro. Quieres agradecer todo el apoyo que has tenido a la gente, a la confianza que han puesto los promotores de la velada por contar conmigo, a mi equipo, al club de fans… Nunca me he sentido solo.
Todo ese respaldo le habrá venido bien en unos momentos que han debido de ser duros.
Sí, porque psicológicamente estás hundido, derrotado. Todos me han ido levantando y ahora anímicamente estamos al cien por cien. Vamos a ir a por la victoria y que la gente disfrute, que se lo merece.
Al final, todo lo ocurrido debe ser transformado en positivo como un acicate más.
Eso es, tiene que ser un plus de motivación para echarlo todo en el ring. Hay que valorar lo que ha pasado, que es negativo, pero vamos a afrontar los hechos y a por ello.
¿Qué nos puede decir de su rival, Lorenzo Parra? ¿Qué es lo más peligroso de él?
Es muy técnico, se mueve muy bien y vamos a intentar cerrarle bien el ring. Tiene un buen volado de derecha, lo tira rápido y sorpresivo. Vamos a hacerle nuestra pelea y a ver lo que pasa.
Después de medirse a Parra, ¿qué le gustaría intentar?
No lo sé. Mi objetivo es la del día 4 en Miribilla, estoy centrado en ello. Mis promotores y Txutxi son los que se encargan de buscarme lo que sea mejor para nosotros.
Ahora se habla mucho de boxeo, cuando hace pocos años pasaba totalmente desapercibido. Los medios se hacen eco de los éxitos de Kerman Lejarraga, de Jon Fernández, pero usted fue el que abrió brecha en este renacimiento del boxeo vizcaíno.
Esos dos están que se salen, sobre todo Kerman, que es una máquina. El tirón empezó un poco conmigo, pero estaban también mi hermano Juan Alberto, Unai Atxabal, Asier Zulaika… Muchos que han estado ahí para que no se durmiera el boxeo aquí en Bizkaia. Para mí es un privilegio ayudar a que el boxeo siga vivo y que lo vea más la gente.
A sus 31 años, ¿se ve con correa para rato en los rings?
Pienso que sí. Esto para mí es un hobby. Aparte tengo mi trabajo, que es el que me da de comer. Pero seguiré dándolo todo en el boxeo hasta donde llegue, porque siempre he sido de darlo todo.
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